Infórmate sobre la Amniocentesis

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Cuando es necesario, la prueba de la amniocentesis se suele realizar como parte de la evaluación prenatal, entre las semanas 16 y 18 de embarazo. A estas alturas, el útero es lo bastante grande y contiene suficiente cantidad de líquido amniótico como para realizar la punción sin correr riesgos excesivos. Si se practica el procedimiento en este momento, la mujer todavía podrá tomar la decisión de interrumpir el embarazo, si es lo que desea.

En la amniocentesis, se utiliza la ecografía para localizar un área de líquido amniótico donde no se interpongan el feto ni la placenta. Se desinfecta la parte del abdomen que cubre el útero, se duerme la piel y se inserta una aguja a través de la pared abdominal en el interior del útero. Utilizando una jeringuilla, se extrae el líquido contenido en el saco amniótico (la cavidad que rodea al feto). Para realizar distintas pruebas, se necesitan unos 30 mi de líquido amniótico.

¿Que desvela la Amniocentesis?

Las células fetales que flotan en el líquido amniótico se pueden cultivar. Éstas son las células que se utilizan para identificar anomalías fetales. Se conocen más de 400 anomalías y malformaciones congénitas; la amniocentesis permite identificar unas 40 (el 10%), incluyendo:

  • Aberraciones cromosómicas, particularmente el síndrome de Down.
  • El sexo del feto, para identificar problemas ligados al sexo, como la hemofilia
  • Enfermedades esqueléticas, como la osteogenesis imperfecta
  • Infecciones fetales, como el herpes o la rubéola
  • Malformaciones del sistema nervioso central, como la anencefalia
  • Enfermedades hematológicas (de la sangre), como la eritoblastosis fetal
  • Problemas metabólicos congénitos (problemas químicos o deficiencias enzimáticas), como la cistinuria o la enfermedad de la orina con olor a jarabe de arce

Riesgos de la Amniocentesis

Los riesgos de la amniocentesis incluyen la posibilidad de lesionar al feto, la placenta o el cordón umbilical; las infecciones, el aborto y el parto prematuro. El hecho de utilizar la ecografía para guiar al facultativo en la realización de la punción ayuda a evitar complicaciones, pero no elimina completamente el riesgo. El feto puede sangrar, lo que puede ser un problema, ya que la sangre del feto y la de la madre están separadas y pueden ser de distinto tipo. El riesgo es particularmente elevado cuando la madre es Rh-negativo y el bebé Rh-positivo. Estos sangrados pueden provocar isoinmunización.

A las mujeres que sean Rh-negativo se les debería administrar un preparado de inmunoglobulina RhoD (RhoGAM®) en el momento de la amniocentesis para impedir la isoinmunización.

La mortalidad fetal provocada por las complicaciones de la amniocentesis se ha estimado en menos del 3%. Este procedimiento lo deben practicar solamente profesionales con experiencia.

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