Semana 22 de Embarazo

publicado en: Segundo Trimestre de Embarazo | 0

Datos destacados

Edad del Feto: 20 semanas

Tamaño del bebé: mide unos 19 cm aproximadamente y su peso de de unos 350 gr.

Tamaño de la madre: durante esta 22 semana de embarazo, su útero se encuentra aproximadamente a 2 cm por encima del ombligo o a unos 22 cm de la sínfisis púbica. Es posible que se sienta “cómodamente embarazada”. Su abdomen, aunque abultado, todavía no es demasiado grande, y no le molestará demasiado. Todavía podrá encorvarse hacia delante y sentarse cómodamente. Andar no debería suponerle ningún esfuerzo. Probablemente ya no tendrá el típico malestar matutino y se encontrará bastante bien.

Situación de desarrollo del bebé: su bebé sigue creciendo; su cuerpo se hace cada día mayor. Se ve que las cejas y las pestañas ya están formadas, y le han crecido uñas en los pies.

¿Le saldrán varices?

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A la mayoría de mujeres embarazadas les salen varices, en mayor o menor medida, durante el embarazo. Parece haber una predisposición genética a las varices que se suele acentuar con el embarazo, la edad y la presión provocada por el hecho de permanecer de pie mucho tiempo seguido.

Las varices son venas o vasos sanguíneos en los que se condensa la sangre. Suelen aparecer sobre todo en las piernas, pero también se pueden formar en la vulva. Los cambios en el riego sanguíneo y la presión ejercida por el útero determinan que las varices empeoren durante el embarazo, lo que provoca molestias.

Las siguientes medidas pueden ayudar a reducir la inflamación asociada a las varices:

  • Lleve medias elásticas médicas; hay de muchos tipos distintos. Pídale a su médico que le recomiende unas.
  • Lleve prendas que no le corten la circulación al nivel de la rodilla o de la ingle.
  • Permanezca de pie el menor tiempo posible. Estírese sobre un costado o ponga las piernas en alto siempre que pueda. Esto favorece el drenaje de las venas.
  • Lleve zapato plano.
  • No cruce las piernas; al hacerlo, se cortaría la circulación, lo que podría empeorar el problema.

En la mayoría de los casos, las varices se van haciendo más visibles y dolorosas conforme va avanzando el embarazo, y, con el aumento de peso (sobre todo si la mujer pasa mucho tiempo de pie), empeoran. Los síntomas son variables. En algunas mujeres el principal síntoma es una mancha difusa azul o morada en las piernas, que no molesta o molesta poco, salvo, quizá, al anochecer. A otras mujeres se les abultan las venas y tienen que poner las piernas en alto al final del día.

Después del parto, la inflamación de las venas debería remitir, aunque probablemente las varices no desaparecerán por completo. Hay varios métodos para tratar las varices, incluyendo el láser, las inyecciones y la cirugía. La opción quirúrgica se denomina stripping venoso. Es poco habitual operar a una mujer de varices durante el embarazo, pero se puede considerar después del parto.

El sistema digestivo

El sistema digestivo del bebé está funcionando de forma simplificada. Alrededor de la semana 11, el intestino delgado del bebé se empezará a contraer y a relajar, favoreciendo el avance de las sustancias contenidas en su interior. El intestino delgado es capaz de absorber el azúcar y transferirlo al resto del cuerpo.

Aproximadamente a partir de la 22 semana de embarazo, el nivel de desarrollo del sistema digestivo del feto le permitirá tragar líquido amniótico. Después de tragar este líquido, el feto absorberá gran parte del agua que contiene y transferirá las sustancias no absorbidas al intestino grueso.

La conducta de tragar

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Como acabamos de ver, el feto traga líquido amniótico antes de nacer. Observando las ecografías, usted podrá ver cómo traga líquido su bebé en las distintas etapas del embarazo. Se han visto a bebés tragando líquido amniótico con sólo 21 semanas de edad gestacional (edad fetal: 19 semanas).

¿Por qué tragan los bebés líquido amniótico cuando están dentro del vientre materno?

Los investigadores creen que es posible que el hecho de tragar líquido amniótico contribuya al desarrollo y crecimiento del sistema digestivo fetal.

Los estudios han permitido determinar la cantidad de líquido que traga el feto y que pasa por el sistema digestivo. Las pruebas indican que es posible que los bebés a término traguen cantidades importantes de líquido amniótico (hasta 500 mI) en un período de 24 horas. El líquido amniótico que traga el feto también contribuye, aunque en escasa medida, a satisfacer las necesidades calóricas del feto. Los investigadores creen que probablemente aporta nutrientes esenciales al bebé en proceso de desarrollo.

El meconio

Es posible que durante el embarazo oiga varias veces el término meconio y se pregunte qué significa. Se refiere a los detritus resultantes de digerir el líquido amniótico acumulados en el sistema digestivo del feto. El meconio es una sustancia de color negro verdoso que el bebé evacua varios días o semanas antes del parto, durante el parto o después del mismo.

Es posible que la evacuación de meconio en el líquido amniótico se asocie a estrés o sufrimiento fetal. La eliminación de meconio durante el parto puede ser un indicador de sufrimiento fetal.

Si un feto evacua meconio en el líquido amniótico antes del parto, podría tragarse parte de los productos de la evacuación. Si un bebé inhala meconio, podría desarrollar una neumonía o una neumonitis. Por este motivo, si se constata que el bebé está evacuando en el momento del parto, se intenta extraerle el meconio de la boca y de la garganta mediante un pequeño tubo de succión.

Un consejo sobre la alimentación

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El calcio es fundamental tanto para usted como para el bebé en proceso de desarrollo. Usted lo necesita para mantener sanos sus huesos; el bebé lo necesita para desarrollar unos huesos y dientes fuertes. Durante el embarazo, debería ingerir unos 1.200 mg de calcio cada día. Durante la última parte del embarazo, el cuerpo almacena el calcio para aprovecharlo durante la lactancia. Los productos lácteos son una buena fuente de calcio. También contienen vitamina D, que favorece la absorción del calcio. La leche, el queso, el yogur y los helados son alimentos que nos suelen venir a la cabeza en cuanto pensamos en el calcio, pero hay otras fuentes de calcio, como el brécol, la col china, las espinacas, el salmón, las sardinas, los garbanzos, las semillas de sésamo, las almendras, las judías secas cocidas, el tofu y la trucha. Además, algunos alimentos comercializados, como el zumo de naranja y algunos panes, están enriquecidos con calcio.

Hay otras formas de incrementar el aporte de calcio. Añada leche desnatada en polvo a recetas como las sopas, los purés y las cremas. Prepare batidos de frutas con fruta y leche; acabe la comida con un helado; hierva el arroz o la avena en leche desnatada.

Hay algunos alimentos, como la sal, el té, el café, las proteínas y el pan cenceño, que interfieren con la absorción de calcio. Si usted tiene que vigilar las calorías que ingiere, elija con sentido común las fuentes de calcio. Hay muchos alimentos ricos en calcio con un escaso contenido en grasas. Si su médico considera que usted debe tomar un suplemento de calcio, el carbonato de calcio, combinado con el magnesia (mineral que favorece la absorción del calcio), puede ser una buena elección. Evite los suplementos derivados de huesos de animales, conchas de ostras o dolomita, pues pueden contener plomo.

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