Semana 29 de Embarazo

publicado en: Tercer Trimestre de Embarazo | 0

Datos destacados

Edad del Feto: 26 semanas

Tamaño del bebé: llegando a las 29 Semanas de Embarazo, cuando la estatura total de su bebé se encuentra en torno a los 37 cm (26 centímetros desde el vértex hasta la rabadilla). Su peso aprox. se encuentra en 1,25 Kilogramos.

Tamaño de la madre: en estas 29 Semanas de Embarazo, debería haber engordado entre 8,55 y 11,25 kg en total. Si asistió a la última visita prenatal hace cuatro semanas, en torno a la Semana 25, probablemente la distancia que separaba la parte superior de su útero de la sínfisis púbica rondaba los 25 cm. Su útero ha crecido 4 cm en cuatro semanas. La parte superior de su útero se encuentra entre 7,6 y 10,2 cm por encima del ombligo, a unos 29 cm de la sínfisis púbica.

Situación de desarrollo del bebé llegadas las 29 semanas de embarazo: aunque se faciliten medidas promedio para que usted pueda hacerse una idea del tamaño que debe tener su bebé en cada momento, sólo son promedios; los bebés presentan una gran variabilidad en peso y tamaño. Se han identificado una serie de factores interesantes relacionados con el peso natal:

  • Los niños pesan más que las niñas.
  • El peso natal aumenta con la cantidad de embarazos o de bebés que se hayan tenido.

Las alergias durante el embarazo

A veces las alergias empeoran un poco durante el embarazo. Para mitigar este problema, beba abundante líquido. Si usted toma regularmente algún medicamento para combatir la alergia, no dé por sentado que puede tomarlo sin problemas durante el embarazo. Consulte a su médico.

Este consejo también es aplicable a los sprays nasales. Algunos fármacos que se toman para combatir las alergias están contraindicados durante el embarazo. Muchos de estos medicamentos contienen combinaciones de varios fármacos distintos, incluyendo la aspirina, que no se debe tomar durante el embarazo.

Crecimiento de partes del cuerpo

Aparte de su útero, están cambiando y creciendo otras partes de su cuerpo. Es posible que tenga las piernas y los pies hinchados, sobre todo al final del día. Si pasa mucho tiempo de pie, probablemente encontrará un gran alivio descansando, sentándose o estirándose un rato durante el día.

Coágulos de sangre en las piernas

Una complicación bastante grave del embarazo son los coágulos de sangre en las piernas o la zona inguinal. Los síntomas de este problema son la hinchazón de las piernas, que va acompañada de dolor y enrojecimiento o sensación de calor en la zona afectada.

Este problema recibe varios nombres distintos, entre ellos: trombosis venoso, enfermedad tromboembólica, tromboflebitis y trombosis venoso profunda de la pantorrilla.

Este problema no se da solamente durante el embarazo, pero sí ocurre que el embarazo incrementa las probabilidades de que se produzca. Esto se debe al enlentecimiento del riego sanguíneo en las piernas a causa de la presión ejercida por el útero y a los cambios que se producen en la sangre y en los mecanismos de coagulación. La causa más probable de los coágulos de sangre que se forman en las piernas durante el embarazo es la disminución de la irrigación sanguínea, también denominada estasis, en esta parte del cuerpo.

Si ha tenido previamente un coágulo de sangre en las piernas o en alguna otra parte del cuerpo, coménteselo a su médico al principio del embarazo.

Trombosis venosa profunda

La trombosis venoso proiurida y la trombosis venoso superficial son dos trastornos diferentes. Tener un coágulo de sangre en las venas superficiales de la pierna no es tan grave. La trombosis venosa suele afectar a las venas que están cerca de la superficie dérmica, que generalmente se notan palpando la piel. Este tipo de coágulos se tratan con analgésicos suaves como el paracetamol, poniendo las piernas en alto, protegiendo las piernas mediante vendajes compresivos o medias elásticas, y ocasionalmente con calor. Si el trastorno no mejora en poco tiempo, se deberá considerar la posibilidad de una trombosis venosa profunda.

Síntomas de la trombosis venosa profunda

La trombosis venosa profunda es un trastorno más grave que requiere procedimientos diagnósticos y tratamiento. Los síntomas de trombosis venosa profunda de la pantorrilla son muy variables, dependiendo de la ubicación del coágulo y de su gravedad. Este trastorno puede aparecer de forma repentina, cursando con inflamación y dolor intenso en la pierna y el muslo.

Cuando se presenta este trastorno, ocasionalmente la pierna parece pálida y fría, pero en general una parte de ella está dolorida, caliente e inflamada. A menudo, la piel que cubre el área afectada se enrojece, y a veces presenta incluso vetas rojas.

Apretar la pantorrilla o la pierna puede resultar muy doloroso, y la pierna también suele doler al andar. Una forma de saber si usted tiene trombosis venosa profunda es estirándose y flexionando los dedos de los pies en la dirección de las rodillas. El hecho de que le moleste la parte posterior de la pantorrilla es un síntoma positivo de este trastorno (signo de Homans). (Se puede experimentar el mismo tipo de dolor cuando se tiene un tirón muscular o un hematoma.) Si presenta este síntoma, consulte a su médico.

Pruebas diagnósticas

Las pruebas diagnósticas que se practican para diagnosticar este trastorno suelen diferir entre las personas embarazadas y las no embarazadas. A las personas que no están embarazadas, se les suele hacer una radiografía después de inyectarles un contraste para visualizar la ubicación del coágulo. Esta prueba no se suele practicar durante el embarazo para evitar exponer al feto a la radiación y al contraste. Durante el embarazo, este problema se suele diagnosticar mediante ecografías especiales. No todos los centros médicos disponen de este tipo de pruebas.

Tratamientos y recuperación

El tratamiento de la trombosis venosa profunda suele consistir en la hospitalización y la administración de heparina. La heparina (un diluyente de la sangre) se administra por vía intravenosa; no se puede tomar en forma de comprimidos. Es segura durante el embarazo, desde la primera hasta el 29º semana de embarazo y no le llega al feto en ningún momento. Es posible que si una mujer recibe un tratamiento a base de heparina durante el embarazo tenga que tomar más calcio. Mientras se le administre heparina, deberá guardar cama. Probablemente le mantendrán las piernas en alto, le aplicarán calor y le recetarán un analgésico suave.

La recuperación, incluyendo el período de hospitalización, suele durar de 7 a 10 días. Después, la mujer tendrá que seguir tomando heparina hasta el momento del parto, y más adelante deberá tomar un diluyente de la sangre durante un período de tiempo variable de hasta varias semanas, dependiendo de la gravedad del caso. Si una mujer tiene un coágulo de sangre en las piernas en un embarazo, probablemente necesitará tomar heparina en los embarazos posteriores. En estos casos, la heparina se puede administrar mediante un catéter permanente o mediante inyecciones diarias que se puede autoadministrar ella misma bajo control médico.

La warfarina

Otro fármaco utilizado para tratar la trombosis venosa profunda es la warfarina, que se administra por vía oral. Este fármaco no se puede tomar durante el embarazo porque atraviesa la placenta y puede ser perjudicial para el bebé. La warfarina se suele administrar a las mujeres después del parto para impedir que se formen coágulos. Se puede tomar durante varias semanas o varios meses, dependiendo de la gravedad del caso.

Informe siempre a su médico

Si usted ha tenido algún coágulo de sangre en el pasado por cualquier motivo, relacionado o no con el embarazo, no espere a las 29 semanas de embarazo para informarle. Debe decírselo lo antes posible. En la primera visita prenatal debería informarle sobre cualquier problema de este tipo que haya tenido. El mayor riesgo de la trombosis venosa profunda es el embolismo pulmonar, en el cual se desprende un fragmento del coágulo y se desplaza hasta los pulmones. Es un problema bastante raro durante el embarazo y ocurre solamente en 1 de cada 3.000 – 7.000 partos. Aunque es una complicación grave, generalmente se puede evitar con el tratamiento adecuado.

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