Recuperar tu figura tras el embarazo

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Un tema que preocupa a muchas mujeres es cómo perder el peso que suele ganarse durante 9 meses de gestación. Y si bien no es un tema que se pueda resolver de la noche a la mañana, tampoco es algo imposible. Por eso, en el blog de Sermama te contamos qué debes hacer para recuperar tu figura tras el embarazo.

Sigue estos consejos para recuperar tu figura tras el embarazo

Plantéatelo así: si has llevado durante tanto tiempo a tu hijo en tu vientre, seguro que has ganado la paciencia para que, de forma progresiva, pierdas el peso ganado y recuperes tu cuerpo tal como era antes de la dulce espera.

Ten en cuenta también que la etapa inmediatamente posterior al parto es en la que más fácil se puede perder peso. Y es que, cuanto más te demores en intentar recuperar la figura, más te costará. Recuerda que tu cuerpo se irá acostumbrado a su “nueva forma”.

Las claves

Entonces, ¿Cómo puedes hacer para recuperar tu figura tras el embarazo? Toma nota de estos consejos:

– Al igual que durante la etapa de gestación, lo ideal es que comas variado y nutritivo. Así que no deben faltar en tu dieta frutas, verduras, proteínas y cereales. Y, por supuesto, debes evitar las grasas saturadas, los azúcares y todo aquello que sume calorías de baja calidad nutricional.
No te dejes ganar por el sedentarismo. Al igual que durante el embarazo, es recomendable que realices ejercicios suaves y que no tengan impacto en el suelo pélvico. Por ejemplo: caminar, yoga o natación. Ejercitarte también te ayudará a combatir la flacidez de la piel.
– Recuerda que, si amamantas a tu hijo, tienes que tener la responsabilidad de seguir una dieta sana y nutritiva. De todas formas, el hecho de que amamantes te ayuda a adelgazar, ya que estás alimentando a otro ser.

De todas formas, no dejes de consultar a tu médico para que te indique tanto la dieta como los ejercicios más adecuados para ti. Ya verás cómo poco a poco logras recuperar tu figura tras el embarazo.

Embarazo de riesgo: Cómo detectarlo a tiempo

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A toda mujer que quiere convertirse en madre le preocupa sufrir un embarazo de riesgo. En el blog de Sermama te contamos cómo detectarlo a tiempo para proteger tu salud y la del bebé.

Información necesaria sobre el embarazo de riesgo

Un embarazo de riesgo es aquel que, por una patología materna preexistente o por una que se produce durante la gestación, necesita un control más exhaustivo para evitar que tanto madre como hijo puedan tener complicaciones en su salud.

Para tu tranquilidad, te informamos que se trata de un problema que afecta solo al 10% de las mujeres embarazadas. De todas formas, es importante que cuentes con información al respecto.

Pero, ¿cómo se detecta un embarazo de alto riesgo? Toma nota:

– Detección previa. En algunos casos, debido al historial ginecológico de la mujer, hay más posibilidades de que desarrolle este tipo de embarazo. Por tal motivo, el médico encargará pruebas específicas.
– Durante la gestación. Pueden surgir algunos problemas de salud. Entre ellos: diabetes gestacional, preeclampsia, embarazo múltiple.

También existen algunos signos que suelen ser indicativos de un embarazo de alto riesgo. Por ejemplo:

– Sangrado vaginal.
– Contracciones.
– Pérdida de líquido amniótico antes de la semana 37.
– Visión borrosa.
– Dolores de cabeza constantes e intensos.

Además, la hipertensión crónica, la diabetes pregestacional y las enfermedades renales, hematológicas o cardíacas previas constituyen un embarazo de alto riesgo. Pero, en todo caso, es el ginecólogo el que deberá diagnosticar esta condición e indicar la pautas a seguir para minimizar los posibles inconvenientes que surjan.

Y es que un embarazo de riesgo puede ocasionar complicaciones graves como:

– Que el bebé nazca con menor peso que el aconsejable o presente alguna malformación.
– Parto prematuro.
– Hemorragias.
– Muerte de la madre o del niño en casos extremos.

No dejes de consultar a los profesionales para llevar tu embarazo a buen término.

Alcohol y lactancia: Consecuencias

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Hay combinaciones en la vida que no resultan buenas. Por ejemplo, alcohol y lactancia. Si estás amamantado y te tientas con una bebida alcohólica, quizá debas pensarlo dos veces. Desde el blog de Sermama te contamos por qué.

Mejor no combinar alcohol y lactancia

El alcohol en sangre alcanza su máxima concentración entre 30 y 60 minutos después de haberlo ingerido. El cuerpo lo va metabolizando y no se acumula ni en la sangre, ni en los músculos, ni en la leche materna.

Sin embargo, esta última toma gran parte de sus nutrientes y componentes del torrente sanguíneo. Es así que, parte del alcohol que circula por la sangre puede llegar a la leche, generando, en algunos casos, la interrupción de su producción o dificultando el proceso de eyección.

¿Pero cómo afecta a tu bebé que consumas bebidas alcohólicas? Todo parece depender de la edad de tu hijo. Cuanto más pequeño sea, mayores serán los inconvenientes. Por ejemplo:

– Un recién nacido tendrá grandes dificultades para procesar el alcohol, aunque se trate de pequeñas cantidades, debido a su hígado inmaduro.
– A los tres meses, los niños metabolizan el alcohol a la mitad de la velocidad que lo hace un adulto.

Recuerda que la lactancia materna aporta muchos beneficios al bebé. Por tal motivo, no resulta conveniente ponerlos en riesgo consumiendo bebidas alcohólicas, aunque solo sea de manera ocasional.

Por otra parte, durante el embarazo no es para nada recomendable la ingesta de alcohol. Es que existe el riesgo de que se produzca el llamado “síndrome alcohólico fetal”, que puede provocar malformaciones en distintos órganos del feto y retraso mental.

Así que no dudes en consultar a los especialistas para que te informen sobre este y otros temas en relación al cuidado de tu bebé. Ante cualquier deuda, no tardes en llamarnos clicando aquí.

5 Claves para padres primerizos

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Ser padre por primera vez es una experiencia nueva y apasionante, pero los padres primerizos siempre tienen dudas y se sienten temerosos de que algo pueda sucederle a su bebé. Así que, desde Sermama te ayudamos a que ganes en confianza con tu bebé.

Ante el nacimiento de nuestro primer hijo, lo mejor que podemos hacer es informarnos. Saber qué es lo que debemos hacer en todo momento es la forma de estar tranquilos y darle a nuestro bebé los cuidados que necesita para que se sienta bien y no corra riesgos.

Claves para padres primerizos

La hora del sueño

La hora del sueño es muy importante para todos los seres humanos, y más aún para un bebé recién nacido. Pero los padres primerizos siempre tienen dudas en cuanto a cuál es la posición adecuada.

Acuéstalo boca arriba, con la cabeza ladeada. Si no hace mucho tiempo que ha amamantado, acuéstalo de lado. No es bueno que coloques al bebé boca abajo, al menos en los primeros meses.

La higiene del bebé

La higiene del bebé es fundamental para su salud, pero también debes cuidar la higiene del sitio donde se encuentra el pequeño, de todo lo que está en contacto con él y de la casa en general. Lava tus manos y cuida tu higiene propia, así como la de las personas que visitan al niño.

¿Cuánto abrigo necesita?

Un bebé necesita estar abrigado, pero la cantidad de abrigo dependerá del clima. Si bien el niño recién nacido necesita estar un poco más abrigado que un adulto, no exageres. Los peques también pueden sentirse incómodos con el calor.

Cuida su piel

La piel del chico tiene muchos pliegues y debes cuidar que estas áreas delicadas no se irriten. Por eso has de darle un baño diario, secar bien todo su cuerpo y aplicarle aceite de bebé.

Los padres primerizos suelen preocuparse mucho por la higiene de las partes íntimas del niño. Pero no debes preocuparte por las rojeces. Si lo cambias cada 3 o 4 horas, evitarás que se irrite.

Dosifica las visitas

Cuando nace un bebé, toda la familia acudirá presurosa a conocerlo. Pero ten en cuenta que el pequeño debe mantenerse en un sitio tranquilo. Por eso, dosifica las visitas y no permitas que haya demasiada gente en la habitación, sobre todo evita los ruidos fuertes y que el bebé pase de brazo en brazo.

Para los padres primerizos, el nacimiento de su primer hijo suele ser un momento de mucha emoción y alegría. Por eso disfrútalo, pues es lo mejor que puedes hacer para cuidar la salud de tu bebé. Y si quieres más información pediátrica, no dudes en contactar con personal especializado en la materia.