Semana 30 de Embarazo

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Datos destacados

Edad del Feto: 27 semanas

Tamaño del bebé: llegando a la semana 30 de embarazo, su bebé pesa más o menos 1,35 kg, su longitud de vértex a rabadilla supera ligeramente los 27 cm, y su estatura total es de unos 38 cm.

Tamaño de la madre: en estas 30 Semanas de Embarazo, La parte superior de su útero se encuentra unos 10 cm más arriba que el ombligo, a unos 30 cm de la sínfisis púbica.

Situación de desarrollo del bebé llegadas las 30 semanas de embarazo: aunque se faciliten medidas promedio para que usted pueda hacerse una idea del tamaño que debe tener su bebé en cada momento, sólo son promedios; los bebés presentan una gran variabilidad en peso y tamaño. Se han identificado una serie de factores interesantes relacionados con el peso natal:

Ecografías y seguridad

Muchas mujeres se preguntan por la seguridad de las ecografías. La mayoría de investigadores médicos coinciden en que no suponen ningún riesgo significativo para el feto. Los investigadores han intentado identificar problemas potenciales sin encontrar ninguna prueba de que las ecografías provoquen alguno. La ecografía es una herramienta sumamente útil para diagnosticar problemas y responder a algunas preguntas importantes durante el embarazo. La información que proporcionan las ecografías puede servir para tranquilizar tanto al médico como a la futura madre.

Si el médico le aconseja que se haga una ecografía y usted tiene alguna duda o preocupación al respecto, coménteselas. Aunque haya alcanzado las 30 semanas de embarazo, su médico tendrá un motivo justificado para solicitar esa prueba, que podría estar relacionado con el bienestar del bebé.

Las vitaminas durante el embarazo

Entre las vitaminas más importantes que necesitará durante el embarazo se incluyen la A, las B y la E. Examinemos, pues, cada una de estas vitaminas y cómo pueden ayudarle durante el embarazo.

Vitamina A: es esencial para la reproducción humana. Afortunadamente las deficiencias en vitamina A en los países occidentales son poco frecuentes. Lo que hoy en día sí representa un motivo de preocupación es el uso excesivo de esta vitamina antes de la concepción y durante las primeras etapas del embarazo. (Esto se refiere sólo a las formas de vitamina A tipo retinol, que generalmente se obtienen de aceites procedentes del pescado. La forma tipo beta-caroteno, de origen vegetal, se cree que es segura.)

La cantidad diaria de vitamina

A recomendada para una mujer en edad reproductora es de 2.700 IU. La dosis máxima es de 5.000 IU.

El embarazo no modifica estas recomendaciones, bien esté el la 1ª como en la 30ª semana de embarazo. Probablemente usted obtendrá toda la vitamina A que necesita de los alimentos, por lo que no debería tomar ningún suplemento adicional de esta vitamina durante el embarazo

Vitamina B: las formas que son importantes durante el embarazo son las vitaminas B6, Bg (ácido fólico) y B12. Estas vitaminas influyen sobre el desarrollo del sistema nervioso del feto y sobre la formación de las células sanguíneas. Si no ingiere suficiente vitamina B12 durante el embarazo, podría desarrollar una anemia. Entre los alimentos ricos en vitamina B se incluyen la leche, los huevos, el tempeh, los plátanos, las patatas, la col, el aguacate y el arroz integral.

Vitamina E: ésta es una vitamina importante durante el embarazo porque ayuda a metabolizar las grasas y a fabricar los músculos y los glóbulos rojos. Generalmente la gente que come carne incorpora una cantidad suficiente de esta vitamina a través de la dieta, pero los vegetarianos y las mujeres embarazadas que no toleran la carne lo tienen algo más difícil. Entre los alimentos ricos en vitamina E se incluyen el aceite de oliva, el germen de trigo, las espinacas y la fruta deshidratada. Tal vez le interese hablar con su médico para saber si colma el 100% de la CDR (Cantidad Diaria Recomendada) de vitamina E.

Sea precavida con cualquier sustancia que consuma durante el embarazo. Si tiene alguna duda, consulte a su médico.

Consejos sobre la alimentación: las infusiones

Muchas mujeres preguntan si es seguro tomar infusiones durante el embarazo, pues han oído que algunas infusiones son beneficiosas para el embarazo. Muchas infusiones son seguras durante el embarazo, pero otras no lo son. Entre las infusiones que se pueden tomar sin problemas durante el embarazo se incluyen la manzanilla, el diente de león, la raíz de jengibre, las hojas de ortiga, la hierba buena (o menta piperina) y la frambuesa. En el próximo recuadro se exponen sus propiedades.

Durante el embarazo no debería tomar algunas infusiones, pues los estudios indican que pueden ser perjudiciales. Entre las infusiones que se han de evitar se incluyen: el caulófilo, la raíz de culebra negra o cimicifuga, las hojas de poleo, la miel en rama, la cúrcuma canadiense, la matricaria, la zaragotana, la artemisa, la consuelda, la uña de caballo, el enebro, la ruda, el tanaceto, la corteza de algodonero, grandes cantidades de salvia, el sen, la cáscara sagrada, el arraclán, el helecho, el olmo norteamericano y squawvine.

Las infusiones y sus efectos beneficiosos:

  • Diente de león: disminuye la hinchazón y mitiga las molestias estomacales
  • Frambuesa: reduce las náuseas y favorece el equilibrio hormonal
  • Hierbabuena: reduce el meteorismo y las molestias estomacales
  • Hojas de ortiga:  rica en hierro, calcio y otras vitaminas y minerales
  • Manzanilla: favorece la digestión
  • Raíz de jengibre: reduce las náuseas y la congestión nasal

Semana 29 de Embarazo

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Datos destacados

Edad del Feto: 26 semanas

Tamaño del bebé: llegando a las 29 Semanas de Embarazo, cuando la estatura total de su bebé se encuentra en torno a los 37 cm (26 centímetros desde el vértex hasta la rabadilla). Su peso aprox. se encuentra en 1,25 Kilogramos.

Tamaño de la madre: en estas 29 Semanas de Embarazo, debería haber engordado entre 8,55 y 11,25 kg en total. Si asistió a la última visita prenatal hace cuatro semanas, en torno a la Semana 25, probablemente la distancia que separaba la parte superior de su útero de la sínfisis púbica rondaba los 25 cm. Su útero ha crecido 4 cm en cuatro semanas. La parte superior de su útero se encuentra entre 7,6 y 10,2 cm por encima del ombligo, a unos 29 cm de la sínfisis púbica.

Situación de desarrollo del bebé llegadas las 29 semanas de embarazo: aunque se faciliten medidas promedio para que usted pueda hacerse una idea del tamaño que debe tener su bebé en cada momento, sólo son promedios; los bebés presentan una gran variabilidad en peso y tamaño. Se han identificado una serie de factores interesantes relacionados con el peso natal:

  • Los niños pesan más que las niñas.
  • El peso natal aumenta con la cantidad de embarazos o de bebés que se hayan tenido.

Las alergias durante el embarazo

A veces las alergias empeoran un poco durante el embarazo. Para mitigar este problema, beba abundante líquido. Si usted toma regularmente algún medicamento para combatir la alergia, no dé por sentado que puede tomarlo sin problemas durante el embarazo. Consulte a su médico.

Este consejo también es aplicable a los sprays nasales. Algunos fármacos que se toman para combatir las alergias están contraindicados durante el embarazo. Muchos de estos medicamentos contienen combinaciones de varios fármacos distintos, incluyendo la aspirina, que no se debe tomar durante el embarazo.

Crecimiento de partes del cuerpo

Aparte de su útero, están cambiando y creciendo otras partes de su cuerpo. Es posible que tenga las piernas y los pies hinchados, sobre todo al final del día. Si pasa mucho tiempo de pie, probablemente encontrará un gran alivio descansando, sentándose o estirándose un rato durante el día.

Coágulos de sangre en las piernas

Una complicación bastante grave del embarazo son los coágulos de sangre en las piernas o la zona inguinal. Los síntomas de este problema son la hinchazón de las piernas, que va acompañada de dolor y enrojecimiento o sensación de calor en la zona afectada.

Este problema recibe varios nombres distintos, entre ellos: trombosis venoso, enfermedad tromboembólica, tromboflebitis y trombosis venoso profunda de la pantorrilla.

Este problema no se da solamente durante el embarazo, pero sí ocurre que el embarazo incrementa las probabilidades de que se produzca. Esto se debe al enlentecimiento del riego sanguíneo en las piernas a causa de la presión ejercida por el útero y a los cambios que se producen en la sangre y en los mecanismos de coagulación. La causa más probable de los coágulos de sangre que se forman en las piernas durante el embarazo es la disminución de la irrigación sanguínea, también denominada estasis, en esta parte del cuerpo.

Si ha tenido previamente un coágulo de sangre en las piernas o en alguna otra parte del cuerpo, coménteselo a su médico al principio del embarazo.

Trombosis venosa profunda

La trombosis venoso proiurida y la trombosis venoso superficial son dos trastornos diferentes. Tener un coágulo de sangre en las venas superficiales de la pierna no es tan grave. La trombosis venosa suele afectar a las venas que están cerca de la superficie dérmica, que generalmente se notan palpando la piel. Este tipo de coágulos se tratan con analgésicos suaves como el paracetamol, poniendo las piernas en alto, protegiendo las piernas mediante vendajes compresivos o medias elásticas, y ocasionalmente con calor. Si el trastorno no mejora en poco tiempo, se deberá considerar la posibilidad de una trombosis venosa profunda.

Síntomas de la trombosis venosa profunda

La trombosis venosa profunda es un trastorno más grave que requiere procedimientos diagnósticos y tratamiento. Los síntomas de trombosis venosa profunda de la pantorrilla son muy variables, dependiendo de la ubicación del coágulo y de su gravedad. Este trastorno puede aparecer de forma repentina, cursando con inflamación y dolor intenso en la pierna y el muslo.

Cuando se presenta este trastorno, ocasionalmente la pierna parece pálida y fría, pero en general una parte de ella está dolorida, caliente e inflamada. A menudo, la piel que cubre el área afectada se enrojece, y a veces presenta incluso vetas rojas.

Apretar la pantorrilla o la pierna puede resultar muy doloroso, y la pierna también suele doler al andar. Una forma de saber si usted tiene trombosis venosa profunda es estirándose y flexionando los dedos de los pies en la dirección de las rodillas. El hecho de que le moleste la parte posterior de la pantorrilla es un síntoma positivo de este trastorno (signo de Homans). (Se puede experimentar el mismo tipo de dolor cuando se tiene un tirón muscular o un hematoma.) Si presenta este síntoma, consulte a su médico.

Pruebas diagnósticas

Las pruebas diagnósticas que se practican para diagnosticar este trastorno suelen diferir entre las personas embarazadas y las no embarazadas. A las personas que no están embarazadas, se les suele hacer una radiografía después de inyectarles un contraste para visualizar la ubicación del coágulo. Esta prueba no se suele practicar durante el embarazo para evitar exponer al feto a la radiación y al contraste. Durante el embarazo, este problema se suele diagnosticar mediante ecografías especiales. No todos los centros médicos disponen de este tipo de pruebas.

Tratamientos y recuperación

El tratamiento de la trombosis venosa profunda suele consistir en la hospitalización y la administración de heparina. La heparina (un diluyente de la sangre) se administra por vía intravenosa; no se puede tomar en forma de comprimidos. Es segura durante el embarazo, desde la primera hasta el 29º semana de embarazo y no le llega al feto en ningún momento. Es posible que si una mujer recibe un tratamiento a base de heparina durante el embarazo tenga que tomar más calcio. Mientras se le administre heparina, deberá guardar cama. Probablemente le mantendrán las piernas en alto, le aplicarán calor y le recetarán un analgésico suave.

La recuperación, incluyendo el período de hospitalización, suele durar de 7 a 10 días. Después, la mujer tendrá que seguir tomando heparina hasta el momento del parto, y más adelante deberá tomar un diluyente de la sangre durante un período de tiempo variable de hasta varias semanas, dependiendo de la gravedad del caso. Si una mujer tiene un coágulo de sangre en las piernas en un embarazo, probablemente necesitará tomar heparina en los embarazos posteriores. En estos casos, la heparina se puede administrar mediante un catéter permanente o mediante inyecciones diarias que se puede autoadministrar ella misma bajo control médico.

La warfarina

Otro fármaco utilizado para tratar la trombosis venosa profunda es la warfarina, que se administra por vía oral. Este fármaco no se puede tomar durante el embarazo porque atraviesa la placenta y puede ser perjudicial para el bebé. La warfarina se suele administrar a las mujeres después del parto para impedir que se formen coágulos. Se puede tomar durante varias semanas o varios meses, dependiendo de la gravedad del caso.

Informe siempre a su médico

Si usted ha tenido algún coágulo de sangre en el pasado por cualquier motivo, relacionado o no con el embarazo, no espere a las 29 semanas de embarazo para informarle. Debe decírselo lo antes posible. En la primera visita prenatal debería informarle sobre cualquier problema de este tipo que haya tenido. El mayor riesgo de la trombosis venosa profunda es el embolismo pulmonar, en el cual se desprende un fragmento del coágulo y se desplaza hasta los pulmones. Es un problema bastante raro durante el embarazo y ocurre solamente en 1 de cada 3.000 – 7.000 partos. Aunque es una complicación grave, generalmente se puede evitar con el tratamiento adecuado.

Semana 28 de Embarazo

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Datos destacados

Edad del Feto: 26 semanas

Tamaño del bebé: en esta 28 semana de embarazo, su estatura total se encuentra en torno a los 35 cm (25 centímetros desde el vértex hasta la rabadilla). Su peso aprox. se encuentra entre 1 y 1,1 Kilogramos.

Tamaño de la madre: Notará cómo se mueve el bebé (las famosas “patadas”) es uno de los mayores placeres de estar embarazada.

Situación de desarrollo del bebé: además del peso y la longitud de vértex a rabadilla, a partir de ahora mencionaremos también la estatura total o longitud de vértex a talón del bebé. Así podrá hacerse una idea todavía mejor del tamaño de su bebé durante la última parte del embarazo.

Caídas y lesiones

Las caídas son la causa más frecuente de las lesiones menores durante el embarazo, sobretodo llegando a la semana 28. Afortunadamente, la mayoría de caídas no suelen provocar lesiones graves a la madre ni al bebé. El útero está bien protegido en el abdomen dentro de los huesos de la pelvis. También hay que tener en cuenta que el bebé está protegido por la amortiguación que le proporciona el líquido amniótico. El útero y la pared abdominal de la madre también ofrecen cierta protección.

Ante una caída

Si usted se cae, contacte con su médico; tal vez quiera examinarla. Probablemente usted se tranquilizará si le exploran y controlan la frecuencia cardíaca del bebé. Notar cómo se mueve el bebé después de una caída también suele ser muy tranquilizador.

Las lesiones leves en el abdomen se tratan de la forma habitual, es decir, exactamente igual que cuando no se está embarazada. De todos modos, siempre que sea posible, deberán evitarse las radiografías. Después de algunas caídas,resulta conveniente efectuar una ecografía. Esto es algo que depende de cada caso, en función de la gravedad de los síntomas y también de la lesión. Su médico ya se lo indicará.

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Algunos síntomas pueden alertarle sobre la existencia de un problema después de una caída:

  • Sangrado vaginal
  • Pérdida de un chorro de líquido por la vagina, indicativo de que se ha producido una rotura de membranas
  • Dolor abdominal fuerte

El desprendimiento de placenta (tratado en la Semana 33) es una de las consecuencias más graves de una caída o lesión. En estos casos, la placenta se separa prematuramente del útero. Otras lesiones importantes son las fracturas que requieren inmovilización.

Haga todo lo posible por evitar las caídas

Recuerde que su equilibrio y su movilidad irán cambiando conforme vaya engordando durante el embarazo. En la 28 semana de embarazo ya debería notar falta de movilidad. En invierno, tenga cuidado con los pasos de peatones y los vados, pues podrían estar húmedos o helados. Muchas mujeres embarazadas se caen al bajar escaleras. Utilice siempre la barandilla.

A medida que vaya engordando, baje el ritmo; no podrá andar tan deprisa como antes. Teniendo en cuenta que ha cambiado su centro de gravedad y que es posible que tenga vértigos o mareos, es importante que vaya con mucho cuidado para evitar posibles caídas.

El tratamiento de las fracturas

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A veces las caídas o accidentes pueden ocasionar fracturas, algunas de las cuales pueden requerir radiografías y cirugía. El tratamiento de una fractura no se puede posponer hasta después del parto; el problema se debe solucionar inmediatamente. Si se encuentra en este tipo de situación, contacte con su ginecólogo antes de que le apliquen cualquier tipo de tratamiento.

Si tienen que hacerle alguna radiografía, deberían protegerle la pelvis y el abdomen. En el caso de que esto no fuera posible, los médicos deberían sopesar la necesidad de hacerle la radiografía con los riesgos que implica para el bebé.

En una fractura simple que requiera reducción o recolocación del hueso fracturado, puede ser necesario administrar anestesia o analgésicos. A ser posible, siempre es mejor, tanto para usted como para el bebé, evitar la anestesia general. En el caso de que tenga que tomar analgésicos, intente reducir su uso al mínimo.

Si el tratamiento de una fractura requiere la administración de anestesia general, se debería monitorizar detenidamente al bebé. Lo más probable es que la madre no tenga elección. El cirujano y el ginecólogo trabajarán conjuntamente para que tanto ella como el bebé reciban el mejor trato posible.

Lo que oye su bebé

¿Un bebé puede oír algo cuando todavía está dentro del útero?

Diversos estudios indican que los sonidos pueden llegar hasta el líquido amniótico y alcanzar las orejas del bebé en proceso de desarrollo.

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Si usted trabaja en un lugar muy ruidoso, tal vez le interese solicitar que le cambien a una zona más tranquila durante el embarazo. Los datos recopilados en varios estudios sugieren que los ruidos fuertes de carácter crónico y los ruidos puntuales muy fuertes pueden provocar lesiones auditivas en el feto.

No pasa nada con exponer al bebé a sonidos fuertes, como un concierto, de vez en cuando. Pero estar expuesta repetidamente a un ruido de tal intensidad que se vea obligada a gritar para que la oigan, podría ser perjudicial para el bebé que lleva en su vientre.

Semana 27 de Embarazo

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Datos destacados

Edad del Feto: 25 semanas

Tamaño del bebé: su bebé pesa poco menos de un kilo (unos 910 g), y su longitud de vértex a rabadilla es de unos 23 cm.

Tamaño de la madre: llegadas las 27 semanas de embarazo la parte superior de su útero se encuentra unos 6-7 cm por encima del ombligo, a casi 27 cm de la sínfisis púbica. Durante la segunda mitad del embarazo, su útero se dilatará aproximadamente 1 cm por semana. Si usted ha seguido una dieta nutritiva y equilibrada, probablemente habrá ganado en total entre 7,2 y 9,9 kg.

Situación de desarrollo del bebé: la llegada de la 27ª semana de embarazo marca el principio del tercer trimestre. Ya habrá escuchado el latido del corazón del bebé en varias visitas de control prenatal. Oír cómo late el corazón del bebé le tranquilizará.

Cuando se encuentre mal

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Es posible que durante el embarazo tenga diarrea o contraiga alguna infección vírica, como, por ejemplo, una gripe. Estas enfermedades pueden despertarle dudas y preocupaciones, del tipo de:

  • ¿Qué puedo hacer si me encuentro mal?
  • ¿Qué medicamentos o tratamientos son aceptables?
  • Si me encuentro mal, ¿puedo seguir tomando el complejo vitamínico prenatal?
  • Si me encuentro mal y no puedo seguir la dieta habitual, ¿qué debería hacer?

Si se pone enferma durante el embarazo, no dude en llamar al médico para pedirle consejo sobre el plan de actuación. Él debería aconsejarle sobre los medicamentos que puede tomar. Aunque se trate de un simple catarro o una gripe, su médico debería saber cuándo está enferma, pues, si tuviera que tomar alguna medida adicional, él se lo indicaría.

¿Hay algo más que pueda hacer para encontrarse mejor? Sí, lo hay. Si usted tiene diarrea o una infección vírica, aumente el consumo de líquidos. Beba mucha agua, zumos de frutas y otros líquidos, como el caldo. Es posible que el hecho de seguir una dieta blanda (sin sólidos) le ayude a encontrarse mejor.

Abandonar su dieta habitual durante unos pocos días no le hará ningún daño a usted ni al bebé, pero tendrá que seguir bebiendo mucho líquido. Es posible que no tolere los sólidos y/o que le provoquen diarrea o algo peor. Los productos lácteos también suelen empeorar las diarreas. Si tiene diarrea durante más de 24 horas seguidas, llame a su médico, y pregúntele qué medicamentos para combatir la diarrea puede tomar durante el embarazo. No tome ningún medicamento sir: antes consultar al médico. Generalmente, las enfermedades de origen vírico que cursan con diarrea no duran más de unos pocos días. Tal vez tenga que quedarse en casa o guardar cama hasta que se encuentre mejor.

Señales de alarma durante el embarazo

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Llegando a las 27 semanas de embarazo, a muchas mujeres les preocupa la posibilidad de que les suceda algo importante o grave durante el embarazo sin que ellas se den cuenta de la gravedad del asunto. La mayoría de las mujeres tienen pocos problemas o ninguno en absoluto durante el embarazo.

Si a usted le preocupa este tipo de cuestiones, lea la siguiente lista sobre los principales síntomas de alarma durante el embarazo. Llame a su médico si presenta cualquiera de ellos:

  • Pérdida de sangre por la vagina
  • Cara o dedos muy hinchados
  • Dolor abdominal intenso
  • Pérdida de líquido por la vagina, generalmente un chorro, pero a veces en forma de goteo o humedad continua
  • Cambio importante en los movimientos del bebé o ausencia de movimiento
  • Fiebre alta (más de 38,7° C) o escalofríos
  • Vómitos intensos o incapacidad para retener los alimentos o líquidos ingeridos
  • Visión borrosa
  • Micciones dolorosas
  • Dolor de cabeza persistente o muy fuerte
  • Un accidente, como una caída o un accidente de tráfico, que le haga temer por la salud del bebé.

Una forma de conocer a su médico es pedirle su opinión sobre lo que a usted le preocupa. Cuando hable con él, no le dé vergüenza hacerle ninguna pregunta. Cuanto más sencillo de solucionar sea el problema que le plantee, más probabilidades habrá de que se lo resuelva. Si el problema es complejo, es posible que su médico derive su caso a un perinatólogo, un obstetra especializado en embarazos de alto riesgo.

Si tiene que consultar a un perinatólogo, es posible que tenga que dar a luz en un hospital distinto al que tenía programado. Esto se debe a que no todos los hospitales tienen las mismas prestaciones y servicios, y no todos disponen de pruebas especializadas para los recién nacidos.

En caso de Apendicitis

La apendicitis se puede dar en cualquier momento, incluso durante el embarazo. El embarazo puede dificultar el diagnóstico de este trastorno, ya que algunos de sus síntomas, como las náuseas y los vómitos, coinciden con los de un embarazo normal. El diagnóstico también se complica porque, cuando el útero aumenta de volumen, el apéndice se desplaza hacia arriba y hacia fuera, por lo que el dolor se localiza en un lugar distinto del habitual.

El tratamiento de la apendicitis aguda es la cirugía inmediata. Se trata de una intervención quirúrgica que implica practicar una escisión de entre 7,5 y 10 cm en el abdomen, y requiere varios días de hospitalización. En algunos casos, se opera mediante laparoscopia, que permite practicar incisiones menores. No obstante, la laparoscopia resulta más difícil de realizar durante el embarazo debido al mayor tamaño del útero.

Cuando un apéndice infectado se perfora, pueden surgir complicaciones graves. La mayoría de los médicos coinciden en que es mejor extirpar un apéndice “normal” que arriesgarse a que el paciente contraiga una infección en la cavidad abdominal, en el caso de que el apéndice llegara a perforarse. En los casos de apendicitis aguda, se administran antibióticos, muchos de los cuales son seguros durante el embarazo.

Un consejo sobre la alimentación

¿Hacer régimen durante el embarazo?

No debe someterse a un régimen de adelgazamiento durante el embarazo. Durante esta etapa, usted debería ganar peso; si no lo hace, pude ser perjudicial para el bebé. Si usted empieza el embarazo con un peso normal, lo esperable es que gane entre 11 y 16 kg durante el embarazo. Además, su aumento de peso permitirá que su médico se haga una idea sobre su bienestar y el bienestar del bebé. El embarazo no es un buen momento para experimentar con varias dietas y regímenes ni para restringir el consumo de calorías. De todos modos, eso no significa que pueda comer todo lo que le apetezca cuando le apetezca. Practicar ejercicio y seguir un plan dietético nutritivo y equilibrado, excluyendo la “comida basura”, le ayudarán a controlar el peso. Sea sensata a la hora de elegir los alimentos. Es cierto que ahora está comiendo para dos, pero debe hacerlo con sentido común.