Semana 23 de Embarazo

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Datos destacados

Edad del Feto: 21 semanas

Tamaño del bebé: mide unos 20 cm. y pesa aproximadamente 450 g.

Tamaño de la madre: en esta 23 semana de embarazo la parte superior de su útero se encuentra aproximadamente a 3,75 cm por encima del ombligo o a unos 23 cm de la sínfisis púbica. Los cambios en su abdomen van progresando lentamente, pero, sin lugar a dudas, ahora tiene un aspecto redondeado. Debería haber ganado en total entre 5,5 y 6,8 kg.

Situación de desarrollo del bebé: su bebé sigue creciendo. Está empezando a engordar, pero todavía tiene la piel arrugada porque engordará mucho más. A estas alturas del embarazo, el lanugo se vuelve más oscuro en algunas ocasiones. El rostro y el cuerpo del bebé se parecen cada vez más a los de un recién nacido.

Cómo se encuentra la mamá

¿Ha notado un empeoramiento en sus cambios emocionales? ¿EN esta semana 23 de embarazo, sigue teniendo la lágrima fácil? ¿Se pregunta si alguna vez volverá a tener la sensación de que “controla” su vida emocional? No se preocupe. Estas emociones son muy frecuentes a estas alturas del embarazo. La mayoría de especialistas creen que están provocadas por los cambios hormonales que se producen a lo largo del embarazo.

Usted puede hacer muy poco para combatir los períodos de decaimiento. Si considera que su pareja y/u otras personas están sufriendo a causa de sus fluctuaciones emocionales, hable con ellos. Explíqueles que estas fluctuaciones son habituales durante el embarazo. Pídales que sean comprensivos. Después relájese e intente no darle demasiadas vueltas. Tener las emociones a flor de piel forma parte del hecho de estar embarazada.

Posibles molestias del embarazo: la Fibronectina Fetal

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A veces, algunas molestias propias del embarazo, como el dolor en la parte inferior del abdomen, el dolor sordo en la espalda, la presión pélvica, las contracciones uterinas asociadas o no a dolor, los espasmos y los cambios en el flujo vaginal se pueden confundir con un parto prematuro. Hasta hace poco no existía ningún método fiable para determinar si una mujer corría o no el riesgo de dar a luz a un bebé prematuro. Ahora disponemos de una prueba que permite evaluar ese riesgo.

La fibronectina fetal es una proteína que se encuentra en el saco amniótico y las membranas fetal es. De todos modos, después de la semana 22, esta proteína no suele estar presente hasta la semana 38.

Cuando se detecta la proteína mencionada en las secreciones vaginales y cervicales de una mujer embarazada más tarde de la semana 22, significa que existe un riesgo más elevado de parto prematuro. En caso de no encontrarse dicha proteína, las probabilidades de parto prematuro son bajas, y probablemente la mujer no dará a luz en las dos próximas semanas. La prueba se practica como si se tratara de una citología o frotis vaginal.

Estiramiento de los músculos abdominales

Conforme el bebé va creciendo, los músculos abdominales de la madre se van estirando y separando entre sí. Estos músculos están adheridos a la porción inferior de las costillas y bajan verticalmente hasta la pelvis. A veces se separan en la línea media durante el embarazo. Estos músculos se denominan músculos abdominales rectos; cuando se separan, esto recibe el nombre de diastasis recti. Usted notará más fácilmente la separación cuando se estire boca arriba y eleve la cabeza, tensando los abdominales. Verá una especie de protuberancia en el centro del abdomen. Hasta es posible que note los extremos de los músculos a ambos lados de la protuberancia. No se preocupe; esto no le hará ningún daño a usted ni al bebé.

Un consejo sobre la alimentación

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Algunas mujeres tienen antojos de determinados alimentos durante el embarazo. Esto se ha considerado durante mucho tiempo como un síntoma inespecífico de embarazo. Tener un antojo de determinado alimento puede ser bueno y malo. Si el alimento que se le antoja es nutritivo y saludable, tómelo con moderación. Pero no ingiera alimentos que no sean saludables: tenga cuidado con los alimentos ricos en grasas y azúcares o cargados de “calorías vacías”. Puede probarlos, pero no se exceda. Intente comerse una pieza de fruta o un trozo de queso, en vez de dejarse llevar por el antojo.

No acabamos de entender los motivos que subyacen al hecho de que las mujeres embarazadas tengan este tipo de antojos. Se cree que los cambios hormonales y emocionales que acompañan al embarazo contribuyen a esta situación.

En el polo opuesto a los antojos, se encuentran las aversiones alimentarias. Es posible que algunos alimentos que comía sin problemas antes de quedarse embarazada le sienten mal ahora. Es bastante habitual. De nuevo, se cree que los cambios hormonales están implicados en este proceso, por lo que puede repercutir sobre la reacción ante determinados alimentos.

Semana 22 de Embarazo

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Datos destacados

Edad del Feto: 20 semanas

Tamaño del bebé: mide unos 19 cm aproximadamente y su peso de de unos 350 gr.

Tamaño de la madre: durante esta 22 semana de embarazo, su útero se encuentra aproximadamente a 2 cm por encima del ombligo o a unos 22 cm de la sínfisis púbica. Es posible que se sienta “cómodamente embarazada”. Su abdomen, aunque abultado, todavía no es demasiado grande, y no le molestará demasiado. Todavía podrá encorvarse hacia delante y sentarse cómodamente. Andar no debería suponerle ningún esfuerzo. Probablemente ya no tendrá el típico malestar matutino y se encontrará bastante bien.

Situación de desarrollo del bebé: su bebé sigue creciendo; su cuerpo se hace cada día mayor. Se ve que las cejas y las pestañas ya están formadas, y le han crecido uñas en los pies.

¿Le saldrán varices?

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A la mayoría de mujeres embarazadas les salen varices, en mayor o menor medida, durante el embarazo. Parece haber una predisposición genética a las varices que se suele acentuar con el embarazo, la edad y la presión provocada por el hecho de permanecer de pie mucho tiempo seguido.

Las varices son venas o vasos sanguíneos en los que se condensa la sangre. Suelen aparecer sobre todo en las piernas, pero también se pueden formar en la vulva. Los cambios en el riego sanguíneo y la presión ejercida por el útero determinan que las varices empeoren durante el embarazo, lo que provoca molestias.

Las siguientes medidas pueden ayudar a reducir la inflamación asociada a las varices:

  • Lleve medias elásticas médicas; hay de muchos tipos distintos. Pídale a su médico que le recomiende unas.
  • Lleve prendas que no le corten la circulación al nivel de la rodilla o de la ingle.
  • Permanezca de pie el menor tiempo posible. Estírese sobre un costado o ponga las piernas en alto siempre que pueda. Esto favorece el drenaje de las venas.
  • Lleve zapato plano.
  • No cruce las piernas; al hacerlo, se cortaría la circulación, lo que podría empeorar el problema.

En la mayoría de los casos, las varices se van haciendo más visibles y dolorosas conforme va avanzando el embarazo, y, con el aumento de peso (sobre todo si la mujer pasa mucho tiempo de pie), empeoran. Los síntomas son variables. En algunas mujeres el principal síntoma es una mancha difusa azul o morada en las piernas, que no molesta o molesta poco, salvo, quizá, al anochecer. A otras mujeres se les abultan las venas y tienen que poner las piernas en alto al final del día.

Después del parto, la inflamación de las venas debería remitir, aunque probablemente las varices no desaparecerán por completo. Hay varios métodos para tratar las varices, incluyendo el láser, las inyecciones y la cirugía. La opción quirúrgica se denomina stripping venoso. Es poco habitual operar a una mujer de varices durante el embarazo, pero se puede considerar después del parto.

El sistema digestivo

El sistema digestivo del bebé está funcionando de forma simplificada. Alrededor de la semana 11, el intestino delgado del bebé se empezará a contraer y a relajar, favoreciendo el avance de las sustancias contenidas en su interior. El intestino delgado es capaz de absorber el azúcar y transferirlo al resto del cuerpo.

Aproximadamente a partir de la 22 semana de embarazo, el nivel de desarrollo del sistema digestivo del feto le permitirá tragar líquido amniótico. Después de tragar este líquido, el feto absorberá gran parte del agua que contiene y transferirá las sustancias no absorbidas al intestino grueso.

La conducta de tragar

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Como acabamos de ver, el feto traga líquido amniótico antes de nacer. Observando las ecografías, usted podrá ver cómo traga líquido su bebé en las distintas etapas del embarazo. Se han visto a bebés tragando líquido amniótico con sólo 21 semanas de edad gestacional (edad fetal: 19 semanas).

¿Por qué tragan los bebés líquido amniótico cuando están dentro del vientre materno?

Los investigadores creen que es posible que el hecho de tragar líquido amniótico contribuya al desarrollo y crecimiento del sistema digestivo fetal.

Los estudios han permitido determinar la cantidad de líquido que traga el feto y que pasa por el sistema digestivo. Las pruebas indican que es posible que los bebés a término traguen cantidades importantes de líquido amniótico (hasta 500 mI) en un período de 24 horas. El líquido amniótico que traga el feto también contribuye, aunque en escasa medida, a satisfacer las necesidades calóricas del feto. Los investigadores creen que probablemente aporta nutrientes esenciales al bebé en proceso de desarrollo.

El meconio

Es posible que durante el embarazo oiga varias veces el término meconio y se pregunte qué significa. Se refiere a los detritus resultantes de digerir el líquido amniótico acumulados en el sistema digestivo del feto. El meconio es una sustancia de color negro verdoso que el bebé evacua varios días o semanas antes del parto, durante el parto o después del mismo.

Es posible que la evacuación de meconio en el líquido amniótico se asocie a estrés o sufrimiento fetal. La eliminación de meconio durante el parto puede ser un indicador de sufrimiento fetal.

Si un feto evacua meconio en el líquido amniótico antes del parto, podría tragarse parte de los productos de la evacuación. Si un bebé inhala meconio, podría desarrollar una neumonía o una neumonitis. Por este motivo, si se constata que el bebé está evacuando en el momento del parto, se intenta extraerle el meconio de la boca y de la garganta mediante un pequeño tubo de succión.

Un consejo sobre la alimentación

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El calcio es fundamental tanto para usted como para el bebé en proceso de desarrollo. Usted lo necesita para mantener sanos sus huesos; el bebé lo necesita para desarrollar unos huesos y dientes fuertes. Durante el embarazo, debería ingerir unos 1.200 mg de calcio cada día. Durante la última parte del embarazo, el cuerpo almacena el calcio para aprovecharlo durante la lactancia. Los productos lácteos son una buena fuente de calcio. También contienen vitamina D, que favorece la absorción del calcio. La leche, el queso, el yogur y los helados son alimentos que nos suelen venir a la cabeza en cuanto pensamos en el calcio, pero hay otras fuentes de calcio, como el brécol, la col china, las espinacas, el salmón, las sardinas, los garbanzos, las semillas de sésamo, las almendras, las judías secas cocidas, el tofu y la trucha. Además, algunos alimentos comercializados, como el zumo de naranja y algunos panes, están enriquecidos con calcio.

Hay otras formas de incrementar el aporte de calcio. Añada leche desnatada en polvo a recetas como las sopas, los purés y las cremas. Prepare batidos de frutas con fruta y leche; acabe la comida con un helado; hierva el arroz o la avena en leche desnatada.

Hay algunos alimentos, como la sal, el té, el café, las proteínas y el pan cenceño, que interfieren con la absorción de calcio. Si usted tiene que vigilar las calorías que ingiere, elija con sentido común las fuentes de calcio. Hay muchos alimentos ricos en calcio con un escaso contenido en grasas. Si su médico considera que usted debe tomar un suplemento de calcio, el carbonato de calcio, combinado con el magnesia (mineral que favorece la absorción del calcio), puede ser una buena elección. Evite los suplementos derivados de huesos de animales, conchas de ostras o dolomita, pues pueden contener plomo.

Semana 21 de Embarazo

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Datos destacados

Edad del Feto: 19 semanas

Tamaño del bebé: su longitud es de aproximadamente 18 cm y pesa unos 300 gr.

Tamaño de la madre: a estas altura, en la 21 semana de embarazo, sus amigos, familiares y hasta los desconocidos notarán que está embarazada. Con los cambios que ha experimentado su figura y le costaría bastante disimular su estado. Notará el útero aproximadamente 1 cm por encima del ombligo, casi a 21 cm de la sínfisis púbica. Usted debería haber engordado entre 4,5 y 6,3 kg.

Situación de desarrollo del bebé: en la primera semana de la segunda mitad del embarazo, su bebé ya empieza a tener un tamaño considerable. Ahora pesa unos 300 g, Y su longitud de vértex a rabadilla es de aproximadamente 18 cm. Tiene más o menos el tamaño de un plátano grande. La tasa de crecimiento del bebé ha disminuido. De todos modos, seguirá creciendo y desarrollándose. Los distintos sistemas de órganos del bebé están madurando.

Escuchar el latido del corazón

En esta 21 semana de embarazo, incluso en semanas anteriores, es posible que utilizando un estetoscopio ya pueda oír el latido del corazón del bebé. Antes de que los médicos dispusieran de un equipo especial para escuchar el latido del corazón denominado detector Doppler cardiofetal y de la ecografía para verlo, el estetoscopio les ayudaba a escucharlo. Esto solía ocurrir después de que la madre notara las primeras patadas del bebé.

El sonido que usted oirá a través del estetoscopio es posible que difiera bastante del que está acostumbrada a oír en la consulta del médico. Será un sonido muy suave.

Si no ha utilizado nunca un estetoscopio, probablemente al principio le costará bastante oír el latido del corazón del bebé, pero, conforme éste vaya creciendo y el latido se vaya haciendo más fuerte, lo oirá mejor.

Si no consigue oír el latido del bebé utilizando un estetoscopio, no se preocupe. A los médicos que lo hacen habitualmente a veces les cuesta bastante oírlo. Si oye un sonido silbante (el latido del bebé), tendrá que distinguirlo con respecto a un sonido pulsante (su propio corazón). El corazón de un feto late muy deprisa, generalmente a 120-160 pulsaciones por minuto. El corazón de un adulto late mucho más despacio, de 60 a 80 pulsaciones por minuto. No tema pedirle ayuda al médico para que le ayude a distinguir entre ambos latidos.

Posibles infecciones de la vejiga

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Uno de los problemas más habituales durante el embarazo es que se orina frecuentemente, pero las infecciones del tracto urinario todavía pueden hacerle orinar más a menudo. Este tipo de infecciones es el más frecuente de los problemas que afectan a la vejiga o los riñones durante el embarazo. A medida que el útero aumenta de tamaño, se apoya directamente sobre la parte superior de la vejiga y los tubos que conectan los riñones con la vejiga, lo que bloquea el flujo de la orina. Este tipo de infecciones se conoce coloquial mente como infecciones de orina, y médica mente como infecciones de la vejiga y cistitis. Entre los síntomas de la cistitis (inflamación de la vejiga) cabe mencionar el dolor al orinar, sobre todo al final de la micción, la sensación de urgencia a la hora de orinar y la tendencia a orinar frecuentemente. Cuando la infección es grave, aparece sangre en la orina.

Es posible que su médico le practicara un análisis y un cultivo de orina en la primera visita prenatal, y que le vuelva a pedir muestras de orina para ver si hay infección en otros momentos del embarazo o cuando presente síntomas preocupantes, bien sea en la 21 semana de embarazo, la 15 o la 34.

Usted puede contribuir a evitar este tipo de infecciones vaciando la vejiga en cuanto tenga ganas de orinar. No espere mucho tiempo antes de ir al lavabo; podría provocarse una infección de orina. Beba abundante líquido; el zumo de arándanos puede protegerle de este tipo de infecciones. A algunas mujeres les va bien orinar después de mantener relaciones sexuales.

Si cree que puede haber contraído una infección de orina, consulte a su médico. No debería dejarla sin tratar. Algunos de los antibióticos que se utilizan para tratar este tipo de infecciones se pueden utilizar sin problemas durante el embarazo. Si una cistitis se deja sin tratar, el cuadro se puede complicar. Incluso, podría desembocar en una pielonefritis, una infección renal de carácter grave.

Las infecciones del tracto urinario pueden provocar partos prematuros o bajo peso natal. Si sospecha que tiene una infección de este tipo, hable con su médico. Si le diagnostican una cistitis, complete el tratamiento con los antibióticos que le prescriba el médico.

Pielonefritis

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La pielonefritis (un tipo de infección renal) es una de las posibles consecuencias de una cistitis mal curada. Este tipo de infecciones se da entre el 1 y el 2% de las mujeres embarazadas. El riñón derecho se afecta más frecuentemente que el izquierdo.

Los síntomas más frecuentes incluyen orinar frecuentemente, sensación de escozor durante la micción, sensación de que se tienen ganas de orinar seguida de no micción, fiebre alta, escalofríos y dolor de espalda. La pielonefritis a veces requiere hospitalización y administración de antibióticos por vía intravenosa.

Si usted tiene cistitis o pielonefritis recurrentes durante el embarazo, tal vez necesite tomar antibióticos durante todo el embarazo para evitar posibles reinfecciones.

Piedras renales

Otro problema que también afecta a los riñones y a la vejiga son las piedras renaies (o cálculos renales). Se dan en 1 de cada 1.500 embarazos. Provocan dolores intensos en la espalda y la parte inferior del abdomen, y a veces se asocian a hematuria (sangre en la orina)

Las piedras o cálculos renales generalmente se pueden tratar durante el embarazo con analgésicos y bebiendo mucha agua. De este modo, muchas veces es posible deshacer las piedras sin tener que acudir a la cirugía ni a la litotripsia (un procedimiento que utiliza ultrasonidos).

Un consejo sobre la alimentación

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El hierro es muy importante durante el embarazo. Usted necesita ingerir unos 30 mg diarios de hierro para satisfacer los requerimientos nutricionales del embarazo, debido al aumento del volumen de sangre. Durante el embarazo, el feto aprovecha las reservas de hierro de la madre para crear sus propias reservas de hierro durante los primeros meses de vida. Esto lo protege de posibles deficiencias en hierro en el caso de que la madre opte por la lactancia materna.

La mayoría de complejos vitamínicos prenatales contienen suficiente hierro para colmar los requerimientos nutricionales durante el embarazo. Si el médico le receta un suplemento adicional de hierro, tómese el comprimido junto con un vaso de zumo de naranja o pomelo para favorecer la absorción. Evite tomar leche, café o té junto con el suplemento de hierro o un alimento rico en hierro, ya que estos alimentos impiden que el cuerpo absorba todo el hierro que necesita.

Si se encuentra cansada, le cuesta mucho concentrarse, tiene dolores de cabeza, vértigos, indigestión o mareos, es posible que le falte hierro. Una forma muy sencilla de evaluar su nivel de hierro es examinar el interior de los párpados inferiores. Si usted está ingiriendo suficiente hierro, debería tenerlo de color rosa oscuro. También debería tener las uñas del mismo color.

Nuestro cuerpo solamente absorbe entre el 0 y el 15% del hierro que ingerimos. Es capaz de almacenarlo eficazmente, pero, para mantener esas reservas, tenemos que ingerir regularmente alimentos ricos en hierro. Entre los alimentos ricos en hierro se incluyen el pollo, la carne roja, las vísceras (hígado, corazón, riñones), la yema de huevo, la fruta deshidratada, las espinacas, la col y el tofu. Al combinar un alimento rico en vitamina e con otro rico en hierro, se favorece la absorción de este mineral. Una ensalada que contenga espinacas y gajos de naranja es un buen ejemplo.

Los complejos vitamínicos prenatales contienen unos 600 mg de hierro. Si usted lleva una dieta equilibrada y toma el complejo vitamínico prenatal cada día, lo más. probable es que no necesite tomar ningún suplemento de hierro. Si es algo que le preocupa, coménteselo a su médico.

Semana 20 de Embarazo

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Datos destacados

Edad del Feto: 18 semanas

Tamaño del bebé: entre los 14 y los 16 cm, y pesa unos 260 g.

Tamaño de la madre: esta semana marca el punto medio del embarazo. Recuerde que un embarazo completo dura 40 semanas desde el inicio del último período menstrual.

En estas 20 semanas de embarazo probablemente podrá sentir el útero justo a la altura del ombligo. Su médico habrá estado controlando su aumento de peso y el crecimiento de su útero. Es posible que hasta ahora este crecimiento haya sido irregular, pero se suele regularizar a partir de la semana 20.

Situación de desarrollo del bebé: en estas 20 semanas de embarazo, la epidermis del bebé consta de 4 subcapas. Una de esas subcapas contiene crestas epidérmicas, a partir de las cuales se formarán las superficies de las yemas de los dedos, las palmas de las manos y las plantas de los pies, que están genéticamente determinadas.

La piel del bebé

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La piel que cubre el cuerpo del bebé consta de dos capas: la epidermis, o capa más superficial, y la dermis, la más profunda.

La dermis, debajo de la epidermis, tiene prolongaciones que se proyectan hacia arriba penetrando en la epidermis. Cada proyección contiene un pequeño vaso sanguíneo (capilar) o un nervio. Esta capa también contiene una gran cantidad de tejido adiposo.

Los bebés nacen cubiertos de una sustancia blanca y viscosa denominada vérnix. El vérnix, que es secretado por las glándulas sebáceas de la piel aproximadamente durante la semana 20 de embarazo, protege al bebé del líquido amniótico.

El pelo aparece entre las semanas 12 y 14 de embarazo. Crece a partir de la epidermis; las terminaciones de los pelos (papilas capilares) están enraizadas en la dermis. Los primeros pelos crecen en el labio superior y las cejas. Cuando se aproxima el momento del parto, este pelo se suele caer, siendo sustituido por un pelo más recio que crece en otros folículos.

Información acerca del desarrollo del corazón y del sistema circulatorio

Aproximadamente en la tercera semana de desarrollo fetal se unen dos tubos para formar el corazón. El corazón se empieza a contraer aproximadamente el día 22 de vida fetal o al principio de la quinta semana de gestación. En las ecografías, se pueden ver los latidos del corazón tan pronto como en la 5ª o 6ª semana de embarazo.

El tubo del corazón se divide en varias protuberancias, que se acabarán convirtiendo en cuatro cámaras, denominadas ventrículos (derecho e izquierdo) y aurículas (derecha e izquierda). Estas divisiones se forman entre la sexta y la séptima semana. Durante la séptima semana crece un tejido entre las aurículas derecha e izquierda, y se forma una obertura entre ambas aurículas, denominada comunicación intraauricular oval. Esta abertura, que permite que la sangre pase de una aurícula a otra saltándose el paso de los pulmones, se cierra en el momento del nacimiento.

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Entre los ventrículos, las cámaras que hay en la parte inferior del corazón (ubicados debajo de las aurículas), también crece un tejido que los separa. Las paredes ventriculares son de fibra muscular. El ventrículo izquierdo bombea sangre hacia el cuerpo y el cerebro, mientras que el derecho bombea sangre hacia los pulmones.

Las válvulas cardíacas se desarrollan al mismo tiempo que las cámaras, y sirven para llenar y vaciar el corazón. Los sonidos del corazón y los soplos se producen cuando la sangre pasa a través de las válvulas.

El feto obtiene el oxígeno de la madre. La sangre del feto fluye hacia la placenta a través del cordón umbilical. En la placenta, parte de los nutrientes y el oxígeno que ha incorporado la madre se transfiere a la sangre del feto. Aunque la circulación sanguínea de la madre y la del feto se aproximan mucho, no llegan a entrar en contacto. Se trata de dos sistemas separados.

Al nacer, el bebé tiene que pasar de depender completamente del oxígeno materno a depender de su corazón y sus pulmones. Se cierra la comunicación intraauricular oval, y la sangre pasa al ventrículo derecho, la aurícula derecha y los pulmones, para oxigenarse por primera vez. Realmente se trata de una transformación milagrosa. A partir de la semana 18, se pueden detectar algunas malformaciones cardíacas en las ecografías. Esto puede ayudar a identificar algunos problemas como el síndrome de Down. Los ecógrafos expertos buscan defectos cardíacos específicos. En el caso de que se sospeche alguna anomalía, generalmente se practican una serie de ecografías para realizar un seguimiento de la marcha del embarazo.

El incremento del flujo vaginal durante el embarazo

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Durante el embarazo, es normal tener más flujo vaginal que de costumbre, lo que se conoce como leucorrea. Estas secreciones suelen ser blancas o amarillentas y bastante densas. No se trata de ninguna infección. Creemos que están provocadas por el incremento de la irrigación sanguínea en la piel y los músculos que rodean la vagina, lo que determinan que ésta adquiera un matiz violeta o azul. Esto, que su ginecólogo podrá apreciar desde las primeras etapas del embarazo, se denomina signo de Chadwick. Si tiene mucho flujo, tal vez tenga que llevar compresas o salvaeslips. Evite las medias y la ropa interior de nailon; lleve siempre ropa interior de algodón.

Las infecciones vaginales pueden ocurrir durante el embarazo. Las secreciones que acompañan a estas infecciones suelen oler bastante fuerte, son de color amarillo o verdoso, y provocan irritación y picores en la vagina. Si presenta alguno de estos síntomas, vaya al médico. Muchas cremas y antibióticos que se utilizan para tratar las infecciones vaginales son seguras durante el embarazo.

Cómo repercute su comportamiento en el desarrollo del bebé unas molestias denominadas dolor del ligamento redondo. No es el síntoma de ningún problema, sino una señal de que su útero está creciendo. Es posible que sólo le duela un lado, o que el dolor sea más intenso en un lado que en otro. Ese dolor no le puede perjudicar a usted ni al bebé.

Si experimenta dolor, tal vez se encuentre mejor estirándose y descansando. Si el dolor es intenso o si presenta también otros síntomas, hable con su médico. Entre las señales de alarma indicativas de problemas graves se incluyen la hemorragia vaginal, la pérdida de líquido amniótico por la vagina y el dolor intenso.

Duchas vaginales durante el embarazo

La mayoría de los médicos están de acuerdo en que se deben evitar las duchas vaginales durante el embarazo. La ducha vaginal utilizando una jeringuilla está terminantemente prohibida. Estas duchas pueden provocar pérdidas de sangre o problemas más graves, como son los aeroembolismos. Los aeroembolismos se producen cuando el aire penetra en el torrente sanguíneo a causa de la presión ejercida durante la ducha vaginal. Ocurre en contadas ocasiones, pero puede tener consecuencias muy graves.

Un consejo sobre la alimentación

En esta 20 semana del embarazo tenemos que hablar de los edulcorantes. Muchas mujeres toman educorantes artificiales para reducir el aporte de calorías. El aspartamo y la sacarina son los dos edulcorantes artificiales más utilizados. El aspartamo, un edulcorante que se añade a muchos alimentos y bebidas para reducir su contenido en calorías, es una combinación de fenilalanina y ácido aspártico, dos aminoácidos.

aspartamo

Ha habido controversia sobre la seguridad del consumo de aspartamo durante el embarazo. Le recomendamos consumir alimentos que no contengan este edulcorante, ya que hasta la fecha existen dudas sobre su seguridad tanto para la mujer embarazada como para el feto en proceso de desarrollo.

La sacarina es otro edulcorante artificial que se añade a muchos alimentos y bebidas. Aunque en la actualidad no se utiliza tanto como antes, sigue estando presente en muchos alimentos, bebidas y otras sustancias. Las pruebas llevadas a cabo por el Center for Science in the Public Interest de Estados Unidos sobre esta sustancia no indican que sea segura durante el embarazo. Quizá sería mejor que se abstuviera de consumir productos que contengan sacarina durante el embarazo.

A no ser que para usted sea totalmente necesario, no utilice edulcorantes artificiales o aditivos alimentarios durante el embarazo. Quizá lo mejor sería que eliminara de su dieta cualquier sustancia que no necesite realmente.