Semana 21 de Embarazo

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Datos destacados

Edad del Feto: 19 semanas

Tamaño del bebé: su longitud es de aproximadamente 18 cm y pesa unos 300 gr.

Tamaño de la madre: a estas altura, en la 21 semana de embarazo, sus amigos, familiares y hasta los desconocidos notarán que está embarazada. Con los cambios que ha experimentado su figura y le costaría bastante disimular su estado. Notará el útero aproximadamente 1 cm por encima del ombligo, casi a 21 cm de la sínfisis púbica. Usted debería haber engordado entre 4,5 y 6,3 kg.

Situación de desarrollo del bebé: en la primera semana de la segunda mitad del embarazo, su bebé ya empieza a tener un tamaño considerable. Ahora pesa unos 300 g, Y su longitud de vértex a rabadilla es de aproximadamente 18 cm. Tiene más o menos el tamaño de un plátano grande. La tasa de crecimiento del bebé ha disminuido. De todos modos, seguirá creciendo y desarrollándose. Los distintos sistemas de órganos del bebé están madurando.

Escuchar el latido del corazón

En esta 21 semana de embarazo, incluso en semanas anteriores, es posible que utilizando un estetoscopio ya pueda oír el latido del corazón del bebé. Antes de que los médicos dispusieran de un equipo especial para escuchar el latido del corazón denominado detector Doppler cardiofetal y de la ecografía para verlo, el estetoscopio les ayudaba a escucharlo. Esto solía ocurrir después de que la madre notara las primeras patadas del bebé.

El sonido que usted oirá a través del estetoscopio es posible que difiera bastante del que está acostumbrada a oír en la consulta del médico. Será un sonido muy suave.

Si no ha utilizado nunca un estetoscopio, probablemente al principio le costará bastante oír el latido del corazón del bebé, pero, conforme éste vaya creciendo y el latido se vaya haciendo más fuerte, lo oirá mejor.

Si no consigue oír el latido del bebé utilizando un estetoscopio, no se preocupe. A los médicos que lo hacen habitualmente a veces les cuesta bastante oírlo. Si oye un sonido silbante (el latido del bebé), tendrá que distinguirlo con respecto a un sonido pulsante (su propio corazón). El corazón de un feto late muy deprisa, generalmente a 120-160 pulsaciones por minuto. El corazón de un adulto late mucho más despacio, de 60 a 80 pulsaciones por minuto. No tema pedirle ayuda al médico para que le ayude a distinguir entre ambos latidos.

Posibles infecciones de la vejiga

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Uno de los problemas más habituales durante el embarazo es que se orina frecuentemente, pero las infecciones del tracto urinario todavía pueden hacerle orinar más a menudo. Este tipo de infecciones es el más frecuente de los problemas que afectan a la vejiga o los riñones durante el embarazo. A medida que el útero aumenta de tamaño, se apoya directamente sobre la parte superior de la vejiga y los tubos que conectan los riñones con la vejiga, lo que bloquea el flujo de la orina. Este tipo de infecciones se conoce coloquial mente como infecciones de orina, y médica mente como infecciones de la vejiga y cistitis. Entre los síntomas de la cistitis (inflamación de la vejiga) cabe mencionar el dolor al orinar, sobre todo al final de la micción, la sensación de urgencia a la hora de orinar y la tendencia a orinar frecuentemente. Cuando la infección es grave, aparece sangre en la orina.

Es posible que su médico le practicara un análisis y un cultivo de orina en la primera visita prenatal, y que le vuelva a pedir muestras de orina para ver si hay infección en otros momentos del embarazo o cuando presente síntomas preocupantes, bien sea en la 21 semana de embarazo, la 15 o la 34.

Usted puede contribuir a evitar este tipo de infecciones vaciando la vejiga en cuanto tenga ganas de orinar. No espere mucho tiempo antes de ir al lavabo; podría provocarse una infección de orina. Beba abundante líquido; el zumo de arándanos puede protegerle de este tipo de infecciones. A algunas mujeres les va bien orinar después de mantener relaciones sexuales.

Si cree que puede haber contraído una infección de orina, consulte a su médico. No debería dejarla sin tratar. Algunos de los antibióticos que se utilizan para tratar este tipo de infecciones se pueden utilizar sin problemas durante el embarazo. Si una cistitis se deja sin tratar, el cuadro se puede complicar. Incluso, podría desembocar en una pielonefritis, una infección renal de carácter grave.

Las infecciones del tracto urinario pueden provocar partos prematuros o bajo peso natal. Si sospecha que tiene una infección de este tipo, hable con su médico. Si le diagnostican una cistitis, complete el tratamiento con los antibióticos que le prescriba el médico.

Pielonefritis

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La pielonefritis (un tipo de infección renal) es una de las posibles consecuencias de una cistitis mal curada. Este tipo de infecciones se da entre el 1 y el 2% de las mujeres embarazadas. El riñón derecho se afecta más frecuentemente que el izquierdo.

Los síntomas más frecuentes incluyen orinar frecuentemente, sensación de escozor durante la micción, sensación de que se tienen ganas de orinar seguida de no micción, fiebre alta, escalofríos y dolor de espalda. La pielonefritis a veces requiere hospitalización y administración de antibióticos por vía intravenosa.

Si usted tiene cistitis o pielonefritis recurrentes durante el embarazo, tal vez necesite tomar antibióticos durante todo el embarazo para evitar posibles reinfecciones.

Piedras renales

Otro problema que también afecta a los riñones y a la vejiga son las piedras renaies (o cálculos renales). Se dan en 1 de cada 1.500 embarazos. Provocan dolores intensos en la espalda y la parte inferior del abdomen, y a veces se asocian a hematuria (sangre en la orina)

Las piedras o cálculos renales generalmente se pueden tratar durante el embarazo con analgésicos y bebiendo mucha agua. De este modo, muchas veces es posible deshacer las piedras sin tener que acudir a la cirugía ni a la litotripsia (un procedimiento que utiliza ultrasonidos).

Un consejo sobre la alimentación

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El hierro es muy importante durante el embarazo. Usted necesita ingerir unos 30 mg diarios de hierro para satisfacer los requerimientos nutricionales del embarazo, debido al aumento del volumen de sangre. Durante el embarazo, el feto aprovecha las reservas de hierro de la madre para crear sus propias reservas de hierro durante los primeros meses de vida. Esto lo protege de posibles deficiencias en hierro en el caso de que la madre opte por la lactancia materna.

La mayoría de complejos vitamínicos prenatales contienen suficiente hierro para colmar los requerimientos nutricionales durante el embarazo. Si el médico le receta un suplemento adicional de hierro, tómese el comprimido junto con un vaso de zumo de naranja o pomelo para favorecer la absorción. Evite tomar leche, café o té junto con el suplemento de hierro o un alimento rico en hierro, ya que estos alimentos impiden que el cuerpo absorba todo el hierro que necesita.

Si se encuentra cansada, le cuesta mucho concentrarse, tiene dolores de cabeza, vértigos, indigestión o mareos, es posible que le falte hierro. Una forma muy sencilla de evaluar su nivel de hierro es examinar el interior de los párpados inferiores. Si usted está ingiriendo suficiente hierro, debería tenerlo de color rosa oscuro. También debería tener las uñas del mismo color.

Nuestro cuerpo solamente absorbe entre el 0 y el 15% del hierro que ingerimos. Es capaz de almacenarlo eficazmente, pero, para mantener esas reservas, tenemos que ingerir regularmente alimentos ricos en hierro. Entre los alimentos ricos en hierro se incluyen el pollo, la carne roja, las vísceras (hígado, corazón, riñones), la yema de huevo, la fruta deshidratada, las espinacas, la col y el tofu. Al combinar un alimento rico en vitamina e con otro rico en hierro, se favorece la absorción de este mineral. Una ensalada que contenga espinacas y gajos de naranja es un buen ejemplo.

Los complejos vitamínicos prenatales contienen unos 600 mg de hierro. Si usted lleva una dieta equilibrada y toma el complejo vitamínico prenatal cada día, lo más. probable es que no necesite tomar ningún suplemento de hierro. Si es algo que le preocupa, coménteselo a su médico.

Semana 20 de Embarazo

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Datos destacados

Edad del Feto: 18 semanas

Tamaño del bebé: entre los 14 y los 16 cm, y pesa unos 260 g.

Tamaño de la madre: esta semana marca el punto medio del embarazo. Recuerde que un embarazo completo dura 40 semanas desde el inicio del último período menstrual.

En estas 20 semanas de embarazo probablemente podrá sentir el útero justo a la altura del ombligo. Su médico habrá estado controlando su aumento de peso y el crecimiento de su útero. Es posible que hasta ahora este crecimiento haya sido irregular, pero se suele regularizar a partir de la semana 20.

Situación de desarrollo del bebé: en estas 20 semanas de embarazo, la epidermis del bebé consta de 4 subcapas. Una de esas subcapas contiene crestas epidérmicas, a partir de las cuales se formarán las superficies de las yemas de los dedos, las palmas de las manos y las plantas de los pies, que están genéticamente determinadas.

La piel del bebé

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La piel que cubre el cuerpo del bebé consta de dos capas: la epidermis, o capa más superficial, y la dermis, la más profunda.

La dermis, debajo de la epidermis, tiene prolongaciones que se proyectan hacia arriba penetrando en la epidermis. Cada proyección contiene un pequeño vaso sanguíneo (capilar) o un nervio. Esta capa también contiene una gran cantidad de tejido adiposo.

Los bebés nacen cubiertos de una sustancia blanca y viscosa denominada vérnix. El vérnix, que es secretado por las glándulas sebáceas de la piel aproximadamente durante la semana 20 de embarazo, protege al bebé del líquido amniótico.

El pelo aparece entre las semanas 12 y 14 de embarazo. Crece a partir de la epidermis; las terminaciones de los pelos (papilas capilares) están enraizadas en la dermis. Los primeros pelos crecen en el labio superior y las cejas. Cuando se aproxima el momento del parto, este pelo se suele caer, siendo sustituido por un pelo más recio que crece en otros folículos.

Información acerca del desarrollo del corazón y del sistema circulatorio

Aproximadamente en la tercera semana de desarrollo fetal se unen dos tubos para formar el corazón. El corazón se empieza a contraer aproximadamente el día 22 de vida fetal o al principio de la quinta semana de gestación. En las ecografías, se pueden ver los latidos del corazón tan pronto como en la 5ª o 6ª semana de embarazo.

El tubo del corazón se divide en varias protuberancias, que se acabarán convirtiendo en cuatro cámaras, denominadas ventrículos (derecho e izquierdo) y aurículas (derecha e izquierda). Estas divisiones se forman entre la sexta y la séptima semana. Durante la séptima semana crece un tejido entre las aurículas derecha e izquierda, y se forma una obertura entre ambas aurículas, denominada comunicación intraauricular oval. Esta abertura, que permite que la sangre pase de una aurícula a otra saltándose el paso de los pulmones, se cierra en el momento del nacimiento.

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Entre los ventrículos, las cámaras que hay en la parte inferior del corazón (ubicados debajo de las aurículas), también crece un tejido que los separa. Las paredes ventriculares son de fibra muscular. El ventrículo izquierdo bombea sangre hacia el cuerpo y el cerebro, mientras que el derecho bombea sangre hacia los pulmones.

Las válvulas cardíacas se desarrollan al mismo tiempo que las cámaras, y sirven para llenar y vaciar el corazón. Los sonidos del corazón y los soplos se producen cuando la sangre pasa a través de las válvulas.

El feto obtiene el oxígeno de la madre. La sangre del feto fluye hacia la placenta a través del cordón umbilical. En la placenta, parte de los nutrientes y el oxígeno que ha incorporado la madre se transfiere a la sangre del feto. Aunque la circulación sanguínea de la madre y la del feto se aproximan mucho, no llegan a entrar en contacto. Se trata de dos sistemas separados.

Al nacer, el bebé tiene que pasar de depender completamente del oxígeno materno a depender de su corazón y sus pulmones. Se cierra la comunicación intraauricular oval, y la sangre pasa al ventrículo derecho, la aurícula derecha y los pulmones, para oxigenarse por primera vez. Realmente se trata de una transformación milagrosa. A partir de la semana 18, se pueden detectar algunas malformaciones cardíacas en las ecografías. Esto puede ayudar a identificar algunos problemas como el síndrome de Down. Los ecógrafos expertos buscan defectos cardíacos específicos. En el caso de que se sospeche alguna anomalía, generalmente se practican una serie de ecografías para realizar un seguimiento de la marcha del embarazo.

El incremento del flujo vaginal durante el embarazo

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Durante el embarazo, es normal tener más flujo vaginal que de costumbre, lo que se conoce como leucorrea. Estas secreciones suelen ser blancas o amarillentas y bastante densas. No se trata de ninguna infección. Creemos que están provocadas por el incremento de la irrigación sanguínea en la piel y los músculos que rodean la vagina, lo que determinan que ésta adquiera un matiz violeta o azul. Esto, que su ginecólogo podrá apreciar desde las primeras etapas del embarazo, se denomina signo de Chadwick. Si tiene mucho flujo, tal vez tenga que llevar compresas o salvaeslips. Evite las medias y la ropa interior de nailon; lleve siempre ropa interior de algodón.

Las infecciones vaginales pueden ocurrir durante el embarazo. Las secreciones que acompañan a estas infecciones suelen oler bastante fuerte, son de color amarillo o verdoso, y provocan irritación y picores en la vagina. Si presenta alguno de estos síntomas, vaya al médico. Muchas cremas y antibióticos que se utilizan para tratar las infecciones vaginales son seguras durante el embarazo.

Cómo repercute su comportamiento en el desarrollo del bebé unas molestias denominadas dolor del ligamento redondo. No es el síntoma de ningún problema, sino una señal de que su útero está creciendo. Es posible que sólo le duela un lado, o que el dolor sea más intenso en un lado que en otro. Ese dolor no le puede perjudicar a usted ni al bebé.

Si experimenta dolor, tal vez se encuentre mejor estirándose y descansando. Si el dolor es intenso o si presenta también otros síntomas, hable con su médico. Entre las señales de alarma indicativas de problemas graves se incluyen la hemorragia vaginal, la pérdida de líquido amniótico por la vagina y el dolor intenso.

Duchas vaginales durante el embarazo

La mayoría de los médicos están de acuerdo en que se deben evitar las duchas vaginales durante el embarazo. La ducha vaginal utilizando una jeringuilla está terminantemente prohibida. Estas duchas pueden provocar pérdidas de sangre o problemas más graves, como son los aeroembolismos. Los aeroembolismos se producen cuando el aire penetra en el torrente sanguíneo a causa de la presión ejercida durante la ducha vaginal. Ocurre en contadas ocasiones, pero puede tener consecuencias muy graves.

Un consejo sobre la alimentación

En esta 20 semana del embarazo tenemos que hablar de los edulcorantes. Muchas mujeres toman educorantes artificiales para reducir el aporte de calorías. El aspartamo y la sacarina son los dos edulcorantes artificiales más utilizados. El aspartamo, un edulcorante que se añade a muchos alimentos y bebidas para reducir su contenido en calorías, es una combinación de fenilalanina y ácido aspártico, dos aminoácidos.

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Ha habido controversia sobre la seguridad del consumo de aspartamo durante el embarazo. Le recomendamos consumir alimentos que no contengan este edulcorante, ya que hasta la fecha existen dudas sobre su seguridad tanto para la mujer embarazada como para el feto en proceso de desarrollo.

La sacarina es otro edulcorante artificial que se añade a muchos alimentos y bebidas. Aunque en la actualidad no se utiliza tanto como antes, sigue estando presente en muchos alimentos, bebidas y otras sustancias. Las pruebas llevadas a cabo por el Center for Science in the Public Interest de Estados Unidos sobre esta sustancia no indican que sea segura durante el embarazo. Quizá sería mejor que se abstuviera de consumir productos que contengan sacarina durante el embarazo.

A no ser que para usted sea totalmente necesario, no utilice edulcorantes artificiales o aditivos alimentarios durante el embarazo. Quizá lo mejor sería que eliminara de su dieta cualquier sustancia que no necesite realmente.

Semana 19 de Embarazo

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Datos destacados

Edad del Feto: 17 semanas

Tamaño del bebé: entre los 13 y los 15 cm. Pesa unos 200 g. En estas 19 semanas de embarazo su bebé ha hecho grandes progresos e incrementado mucho su peso. Aunque aún queda mucho crecimiento hasta la fecha del parto, en la que habrá multiplicado por 15.

Tamaño de la madre: vista de perfil le prmitirá apreciar el cambio considerable que se ha producido en su figura, dado que la parte superior del útero se encontrará a 1,3 cm por debajo del ombligo.

Situación de desarrollo del bebé: su bebé continúa creciendo y desarrollándose, pero a partir de ahora su elevada tasa de crecimiento se limitará un poco, con un aspecto cada vez es más humano.

Aumento de peso en cuerpo y mamas

A estas alturas habrá ganado entre 3,6 y 6,3 kg en total. De este peso, 200 g son el cuerpo de su bebé. La placenta pesa unos 170 g; el líquido amniótico unos 320 g, Y el útero otros 320 g. En esta 19 semana de embarazo, cada una de sus mamas habrá ganado unos 180 g.

Cambios en las mamas

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Probablemente habrá notado que sus senos están cambiando. Las glándulas mamarias están experimentando cambios importantes. Las mamas están compuestas por glándulas, tejido conjuntivo o de sostén y tejido graso o de protección. Los alvéolos mamarios (unos saquitos que producen leche) están conectados a unos conductos que finalizan en el pezón.

Antes del embarazo, una mama promedio pesa unos 200 g. Durante el embarazo, las mamas aumentan de tamaño y de peso. Para esta semana 19 de embarazo casi se habrán duplicado. Cuando se aproxima el final del embarazo, cada mama puede pesar entre 400 y 800 g, Y durante la lactancia pueden superar incluso los 800 g.

El tamaño y la forma de los senos femeninos varía considerablemente. El tejido mamario se suele proyectar por debajo el brazo. Las glándulas mamarias están conectadas a unos conductos que llegan hasta el pezón. Cada pezón contiene terminaciones nerviosas, fibras musculares, glándulas sebáceas y sudoríparas, y unos 20 conductos (denominados conductos galactóforos).

El pezón está rodeado por la areola mamaria, un área circular pigmentada. Antes del embarazo, (la areola generalmente es de color rosa, pero, durante el embarazo y la lactancia, adquiere un matiz marrón o marrón rojizo.

Las mamas experimentan muchos cambios durante el embarazo. Un síntoma bastante habitual durante las primeras semanas es la sensación de hormigueo y escozor en las mamas. Cuando está de unas 8 semanas, le empezarán a crecer los senos y adquirirán una consistencia nodular, o a bultos, conforme se vayan desarrollando y vayan creciendo las glándulas y conductos mamarios. Es posible, que, al mismo tiempo, note una serie de venitas superficiales justo debajo de la piel de las mamas.

Durante el segundo trimestre se empezará a formar en el interior de las mamas un líquido amarillo y poco denso denominado calostro. A veces este líquido se puede extraer del pezón efectuando un suave masaje. Las glándulas mamarias se empiezan a desarrollar en el embrión a partir de la sexta semana, y, en el momento del parto, presenta conductos galactóforos.

Descubrir un bulto en el pecho

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Descubrirse un bulto en el pecho es importante, sea durante el embarazo o en cualquier otro momento. Es importante aprender desde joven a autoexplorarse los senos, y acostumbrarse a hacerlo regularmente (en general después de cada período menstrual). Nueve de cada diez bultos se detectan en estas autoexploraciones. Su ginecólogo probablemente le explorará las mamas en la revisión ginecológica anual, momento en que también le practicará una citología vagina. Durante el embarazo, es más fácil que estos bultos pasen desapercibidos debido a los cambios que se producen en los senos. El aumento de tamaño que experimentan las mamas durante el embarazo y la lactancia favorece el ocultamiento de posibles bultos o masas en el tejido mamario.

Analizar un bulto en el pecho

La prueba rutinaria que se suele utilizar para detectar este tipo de bultos es la palpación, sea la autopalpación o la palpación practicada por el médico.

Si le detectan un bulto en las mamas, tal vez sea necesario practicarle una mamografía o una ecografía de mama. Puesto que en la mamografía se utilizan rayos X, si le practican una durante el embarazo, deberían proteger al feto, lo que se suele hacer cubriendo el abdomen de la madre con un delantal de plomo.

Tratamiento de un bulto durante el embarazo

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A menudo, los bultos que salen en las mamas se pueden aspirar o drenar. El fluido extraído se envía al laboratorio para que lo analicen a fin de asegurarse de que no contiene células malignas. Si el bulto no se puede drenar utilizando una aguja, es posible que sea necesario practicar una biopsia. Si el fluido es transparente, es buena señal; si es sanguinolento, habrá más motivos para preocuparse, y se tendrá que examinar al microscopio.

Si el análisis de un bulto permite concluir que se trata de un cáncer, a veces conviene iniciar el tratamiento durante el embarazo. Las complicaciones del tratamiento durante el embarazo incluyen riesgos para el feto relacionados con la quimioterapia, la radiación y los medicamentos, así como la anestesia o los analgésicos, administrados para realizar la biopsia. Si se constata que un bulto es canceroso, se deberá sopesar la necesidad de iniciar un tratamiento de quimioterapia o radioterapia, con las necesidades del embarazo.

Un consejo sobre la alimentación

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Algunas mujeres eligen seguir una dieta vegetariana debido a sus creencias religiosas o personales. A algunas mujeres la carne les provoca náuseas durante el embarazo. ¿Es seguro ser vegetariana durante el embarazo? Puede serio, siempre y cuando sea cuidadosa a la hora de elegir los alimentos y las combinaciones de alimentos que vaya a ingerir.

Si elimina la carne de su dieta, deberá ingerir suficientes calorías para colmar sus requerimientos energéticos, bien se encuentre en las 19 semanas de embarazo, al principio o al final. Éstas deberían ser del tipo adecuado, como las que contienen las frutas y verduras frescas. Evite las calorías vacías, que tienen muy poco valor nutritivo o ninguno en absoluto. Así mismo, deberá ingerir una cantidad suficiente de proteínas para que le aporten tanto a usted como al bebé toda la energía que necesitan.

Es importante que ingiera las vitaminas y minerales que necesita. Si consume un amplio abanico de cereales integrales, judías secas, guisantes, fruta deshidratada y germen de trigo, satisfará sus demandas corporales de hierro, zinc y otros oligoelementos

Si usted no tolera la carne durante el embarazo, consulte a su médico o a un experto en nutrición. Probablemente necesitará ayuda para desarrollar un plan dietético adecuado. Si usted es vegetariana por elección y ya lleva algún tiempo comiendo de ese modo, probablemente sabrá cómo obtener los nutrientes que necesita. De todos modos, si tiene alguna duda, consulte a su médico.

Semana 18 de Embarazo

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Datos destacados

Edad del Feto: 16 semanas

Tamaño del bebé: su bebé oscila entre 12,5 y 14 cm, y pesa unos 150 g.

Tamaño de la madre: Usted notará el útero justo debajo del ombligo. Si coloca los dedos debajo del ombligo, comprobará que se encuentra aproximadamente 2,5 cm más abajo. Su útero tiene el tamaño de un melón mediano.

Situación de desarrollo del bebé: llegadas las 18 semanas de embarazo su bebé continúa creciendo y desarrollándose, pero a partir de ahora su elevada tasa de crecimiento se limitará un poco, con un aspecto cada vez es más humano.

Radiografías, TAC y resonancias magnéticas

Usted ya ha alcanzado las 18 semanas de embarazo y es importante que conozca el mundo de las Radiografías, los TAC y las resonancias magnéticas. A algunas mujeres les preocupa que les hagan las pruebas que implican el uso de radiaciones durante el embarazo. ¿Pueden perjudicar al bebé? ¿Se pueden realizar en algún momento del embarazo?

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No se conoce ninguna cantidad de radiación que sea segura para un feto en proceso de desarrollo. Entre los riesgos para el feto, se incluye la mayor probabilidad de que presente mutaciones y de que padezca cáncer en el futuro. Algunos médicos consideran que no existe ninguna cantidad de radiación que pueda considerarse segura durante el embarazo, salvo la nula.

Los investigadores cada vez son más conscientes de los riesgos potenciales de las radiaciones para el feto en proceso de desarrollo. En la actualidad, se cree que el feto es especialmente vulnerable a los efectos de las radiaciones entre las semanas 8 y 15 de embarazo (edad fetal entre 6 y 13 semanas). No obstante, las mujeres embarazadas a veces tienen problemas de salud, como una neumonía o una apendicitis, que requieren la realización de radiografías para poder hacer un buen diagnóstico y aplicar el tratamiento adecuado.

Hable con su médico sobre la conveniencia de hacerse este tipo de pruebas. Es responsabilidad suya informar a su médico o a cualquier persona que le atienda de que está o puede estar embarazada antes de que le practiquen alguna prueba médica. Es mejor que afronte las cuestiones relacionadas con los posibles riesgos antes de someterse a ellas.

Si, después de que le hagan una radiografía o una serie de radiografías, descubre que está embarazada, hable con su médico sobre los posibles riesgos para el bebé para que le aconseje. Las tomografías axiales computerizadas (TAC) son un tipo especializado de radiografías que combina los rayos X con el análisis mediante ordenador. Muchos investigadores consideran que la cantidad de radiación que recibe el feto en una TAC es mucho más baja que la que recibe en una radiografía regular. No obstante, estas pruebas se deben realizar con suma precaución hasta que sepamos más sobre los efectos que incluso una cantidad muy reducida de radiación puede tener sobre un feto en proceso de desarrollo.

La resonancia magnética es otro instrumento diagnóstico muy utilizado hoy en día. Hasta la fecha, no se han identificado efectos adversos de la resonancia sobre el embarazo. Pero quizá lo mejor es evitar este tipo de pruebas durante el primer trimestre.

Un consejo que debe tener en cuenta:

La compañía en las visitas prenatales

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Alcanzadas las 18 semanas de embarazo, es conveniente tener en cuenta las visitas prenatales. Pídale a su pareja que le acompañe a alguna de las visitas prenatales. Es mejor que conozca al médico antes del parto. Tal vez a su madre o a la otra futura abuela le gustaría oír el latido del corazón de su futuro nieto. O tal vez le parezca una buena idea llevarse un magnetófono para grabar el latido del bebé de modo que lo puedan escuchar otras personas. Las cosas han cambiado mucho desde que su madre estaba embarazada; a muchas abuelas en ciernes les encanta asistir a este tipo de visitas.

Es una buena idea esperar a que ya haya oído el latido del corazón del bebé para que otra persona le acompañe a la consulta con la finalidad de escucharlo. No siempre se oye la primera vez, lo que puede resultar frustrante y decepcionante para el acompañante.

Llevar a otros hijos a la visita prenatal

Algunas mujeres acuden a las visitas prenatales con sus hijos. A la mayoría del personal de consulta no les molesta que las pacientes acudan a la consulta con sus hijos ocasionalmente. Saben que no siempre es posible encontrar a otra persona para que haga de canguro. No obstante, si está teniendo problemas y tiene muchas cosas de que hablar con el médico, no vaya con los niños. Si alguno de sus hijos está enfermo, acaba de pasar la varicela o está resfriado, déjelo en casa. No exponga a la enfermedad a las demás personas de la sala de espera.

Posibles dolencias por el incremento del útero

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Cuando usted se levanta, su útero entra en contacto con la pared abdominal anterior. Es posible que en esa postura le resulte más fácil notar el cuerpo del bebé. Cuando se estira boca arriba, a veces el bebé se desplaza hacia atrás, comprimiéndole la columna vertebral y las venas cava y aorta.

Los ligamentos redondos unen ambos lados de la parte superior del útero con las paredes laterales de la pelvis. Durante el embarazo, cuando el útero aumenta de tamaño, estos ligamentos se estiran y se dan mucho de sí. Se alargan y se hacen más recios. Es posible que, cuando usted se mueva; esos ligamentos se estiren y se tensen, lo que le provocará unas molestias denominadas dolor del ligamento redondo. No es el síntoma de ningún problema, sino una señal de que su útero está creciendo. Es posible que sólo le duela un lado, o que el dolor sea más intenso en un lado que en otro. Ese dolor no le puede perjudicar a usted ni al bebé.

Si experimenta dolor, tal vez se encuentre mejor estirándose y descansando. Si el dolor es intenso o si presenta también otros síntomas, hable con su médico. Entre las señales de alarma indicativas de problemas graves se incluyen la hemorragia vaginal, la pérdida de líquido amniótico por la vagina y el dolor intenso.

Consejos sobre la Alimentación

Debería tomar entre tres y cuatro tentempiés al día, aparte de las comidas principales.

Tenemos buenas noticias: las mujeres embarazadas deberían picar mucho entre comidas, sobre todo durante la segunda mitad del embarazo. Usted debería tomar entre tres y cuatro tentempiés al día, aparte de las comidas principales. En primer lugar, estos tentempiés tienen que ser nutritivos.

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En segundo lugar, tendrá que reducir la cantidad de alimento de las comidas principales para poder hacer esos tentempiés. Una de las metas nutricionales del embarazo consiste en ingerir una cantidad suficiente de todos los nutrientes importantes, de modo que siempre estén disponibles para que su organismo pueda utilizarlos cuando los necesite.

Generalmente nos gusta que los tentempiés sean rápidos y fáciles de preparar. Pero usted tendrá que poner bastante de su parte si quiere tener siempre a su disposición alimentos nutritivos para picar entre comidas. Prepare las cosas con antelación. Trocee varias verduras para incluirlas más adelante en ensaladas o bien para ir comiéndoselas a mordiscos. Tenga siempre varios huevos duros en la nevera. El maíz, el requesón y los quesos bajos en grasas también son buenas opciones, y los dos últimos, además, aportan calcio. Puede sustituir los refrescos por zumos de frutas. Si encuentra algún zumo excesivamente dulce, puede rebajarlo con agua. Las infusiones también son muy saludables.

No se ponga a dieta

A estas alturas probablemente habrá engordado entre 4,5 y 5,8 kg en total. De todos modos, esto es algo que varía mucho de una mujer a otra. Si ha engordado mucho más, coménteselo a su médico; tal vez debería consultar a un experto en nutrición. Todavía le queda más de la mitad del embarazo por delante, y seguirá engordando.

Ganar más peso del recomendable puede determinar que el embarazo y el parto sean complicados. Además, después del parto cuesta mucho perder todos esos kilos de más.

Ponerse a régimen durante el embarazo no es una buena idea, pero eso no significa que no tenga que tener cuidado con lo que come. Claro que debe tenerlo Elija los alimentos en función de los nutrientes que le aporten a usted y al bebé en proceso de crecimiento.