¿Estás pensando en contratar seguros de salud para niños? Si es tu caso, será mejor que sepas qué coberturas necesitas. Solo así podrás elegir bien. Por eso, desde Sermama, arrojamos algo de luz al tema. Toma nota.

Seguros de salud para niños

¿Qué coberturas necesita un seguro de salud para niños? Sin duda, existen algunas muy específicas que no pueden faltar en ningún momento. Estas son:

– Asistencia pediátrica: el niño tendrá acceso a los médicos especialistas, para recibir la atención requerida durante su desarrollo como infante y como adolescente. En el mismo se incluirán consultas, revisiones y chequeos que prevengan y confirmen la correcta salud de los muchachos.
– Atención especializada: es decir, el niño recibirá atención especializada según sus necesidades. En este caso, encontramos muy diversas ramas sanitarias en el asunto pediátrico, como alergólogos, cardiólogos, endocrinos, otorrinos, traumatólogos, oftalmólogos, dentistas, dermatólogos, etc.
– Servicios complementarios: también es útil y necesario contar con otros servicios médicos que complementan la atención pediátrica y especializada. Estos son los de logopedia, fisioterapia, psicología, psiquiatría, atención temprana y estimulación, recogida y conservación del cordón umbilical y consulta y atención médica las 24 horas del día.

Es necesario que un seguro de salud infantil recoja buena parte de estas coberturas, a ser posible todas ellas. Solo así se asegura el bienestar de los pequeños que, durante su desarrollo, requieren de una especial atención sanitaria para que crezcan sanos, fuertes y felices.

Si quieres evitar encontrarte con problemas como que no tienes recursos suficientes si tu pequeño enferma y necesitas una asistencia rápida y de calidad, te recomendamos contratar seguros de salud para niños. En tu mano está el bienestar y la seguridad de tus hijos.

La meningitis en bebés es una de las enfermedades más peligrosas para los pequeños. Cuando tienen menos de un mes, los riesgos son mayores. Además, detectar los síntomas no siempre es fácil. Por eso, en Sermama te ofrecemos esta información para que se pueda hacer un diagnóstico temprano que salve su vida y reduzca las posibles secuelas.

La meningitis en bebés y la enfermedad en sí

Es una infección poco común, pero muy peligrosa. La misma afecta a las meninges del cerebro, que son las membranas que protegen la médula espinal y el propio cerebro en sí.

No obstante, el bebé puede contraer esta enfermedad por la infección de virus, bacterias u hongos que viajan por el torrente sanguíneo hasta el cerebro o la médula espinal.

El pequeño afectado por esta afección puede sufrir:

– Convulsiones.
– Problemas de visión que pueden desencadenar en ceguera.
– Hidrocefalia.
– Daño cerebral.

Síntomas

Es importante que el pequeño tenga su cartilla de vacunación al día. No obstante, si el problema aparece, puede ser detectable debido a estos síntomas.

– Enojo constante.
– Llanto inconsolable.
– No hay respuesta al ofrecimiento de comida o sueño.
– Duerme demasiado.
– Tiene dificultad para despertar.
– Fontanela abultada.
– Vómitos y problemas de tensión.
– Fiebre alta y rigidez en el cuello.
– Fotofobia y problemas de detección.

Qué hacer en caso de sospecha

¿Sospechas que tu bebé puede sufrir meningitis? Si es el caso, no te demores en acercarte a la consulta del pediatra. Es importante tomar medidas cuanto antes para que la afección se solucione cuanto antes.

Es necesario saber que algunos cuadros pueden evolucionar hacia una afección grave en muy breve espacio de tiempo, de ahí que sea importante actuar cuanto antes.

Recuerda vivir con tranquilidad sabiendo que tú y los tuyos estáis protegidos con seguros médicos.