7 Hábitos positivos para niños

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Si quieres que tus niños vivan mejor y más seguros, desarrollándose de forma adecuada, con un buen concepto de sí mismos y aprendiendo cuanto deben, estos hábitos positivos que te mostramos en tu blog amigo de Sermama resultarán ideales para tus hijos, para que sean más felices y plenos. Toma nota.

Hábitos positivos para niños

Estimulemos a los pequeños para se conviertan en buenas personas que disfrutan de la vida y se desarrollan como niños seguros de sí mismos y responsables. Por eso, su salud correcta le ayudará a ser más pleno:

1. No te saltes comidas: los niños necesitan mucha energía. Por eso conviene no saltarse ninguna comida y que, como mínimo, hagan cuatro al día compuestas por alimentos sanos y nutritivos.
2. Lectura diaria: leer no solo aumenta el conocimiento del niño, también fomenta la empatía y la concentración, además de permitir una mayor integración con el entorno.
3. Alimentación sana: en un momento clave para la formación del individuo, comer sano y con aportes nutricionales notables es, más que un consejo, una obligación. Evitemos demasiados aditivos, azúcares y grasas en exceso.
4. Comprensión y empatía: es necesario que eduquemos a los niños para que sean empáticos y comprensivos. Así entenderán mejor la importancia de que hagan sus tareas y se comporten correctamente.
5. Horas de sueño: también hace falta que los pequeños duerman las horas necesarias durante la noche. Hasta los 5 años, de 10 a 13 horas. Entre los 6 y 13 años, de 9 a 11 horas. A partir de ahí, al menos 8 horas.
6. Menos pantallas: tanto de ordenador como de teléfono móvil o televisión. Sobre todo, dos horas antes de irse a la cama.
7. Actividad física: siempre es necesaria para que el niño gaste sus energías. Busquemos una que le guste, como las artes marciales, el deporte o la música.

Con estos 7 hábitos positivos para niños, tus peques serán más felices. Si quieres más consejos, síguenos.

El ruido blanco para bebés

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El ruido blanco para bebés puede ser positivo, ya que los ayuda a tranquilizarse. Pero no todo es bueno. Por eso en Sermama te vamos a explicar qué es, qué tiene de aprovechamiento, y también qué hay de negativo en ello.

El ruido blanco

Hablamos de sonidos que pueden ayudar a calmar, no solo a los bebés, también a los adultos. Por ejemplo, cuando cae el agua de lluvia y choca contra el suelo o la ventana, o mientras se pasa la aspiradora o se usa el secador. Son monótonos, constantes y se repiten una y otra vez, logrando que no haya frecuencias que sobresalen por encima de otras. Todo ello crea ese efecto calmante sobre el sistema nervioso.

¿Cuándo puede ser útil?

Entendiendo el ruido blanco como algo calmante y rutinario, podemos interpretar que será de gran ayuda para los bebés y niños que están nerviosos, que tienen problemas para dormir y que favorecerá su relajación y su paz interior.

Obviamente, también tiene efectos positivos para los adultos, y así se ha demostrado en diversos estudios. Ahora bien, ¿podría tener algún tipo de efecto negativo en bebés?


Además de calmar y tranquilizar para que duerman bien, también parece que si el sonido es demasiado elevado puede afectar a su desarrollo del lenguaje e igualmente podría provocar problemas de audición. Además, tal vez termine por desembocar en dependencia cada vez que el peque tiene que conciliar el sueño.

En definitiva, podemos decir que ruido blanco para los bebés sí, pero siempre usado con moderación y mucho sentido común.

Y, recuerda, si necesitas más información, no dudes en contactar con un especialista que te puede ayudar y asesorar con este y con cualquier otro asunto que te aqueje a ti o a alguien de los tuyos.

El síndrome de la cabeza plana en bebés

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Antes de tener un bebé, es recomendable saber mucho sobre el mundo de la infancia. Un problema que puede surgir en los peques recién nacidos es el síndrome de la cabeza plana. ¿Te parece si explicamos qué es? A continuación, en tu blog amigo de Sermama, vamos a darte una información que te interesa. Apunta.

Qué es el síndrome de la cabeza plana en bebés

También llamado plagiocefalia, dicha anomalía se presenta cuando la cabeza del bebé toma forma puntiaguda, sobre todo en la parte lateral o posterior, donde debería ser plana. Se observa visto desde arriba, cuando en lugar de ver un aspecto redondo, nos encontramos con que parece un paralelogramo.

Se cree que sobre el 20% de los bebés pueden presentar este síndrome mientras están en el vientre de la madre o cuando nacen. No obstante, es algo que va desapareciendo a lo largo de sus primeras semanas de vida en casi todos los casos.

Tipos

Existen diferentes tipos de plagiocefalia de mayor o menor gravedad. No obstante, no se considera patología, ya que es algo que, de forma habitual, se resuelve de manera natural con el paso del tiempo.

– Plagiocefalia deformativa: es la más típica. Aparece cuando el bebé tiene un punto plano duradero en la parte lateral o posterior.
– Braquicefalia deformativa: se produce cuando el cráneo es casi redondo, con un diámetro similar en una parte y en la otra.
– Escafocefalia: es un cráneo largo y estrecho, como si tuviera forma oval, muy común en niños que nacen de manera prematura.
– Plagiocefalia congénita: es menos común y recibe el nombre científico de craneosinostosis. Los huesos se cierran prematuramente provocando malformación, por lo que requiere atención específica.

Así es el síndrome de la cabeza plana en bebés. Si deseas saber más, te aconsejamos que contactes con expertos en materia o profesionales.

Qué saber antes de contratar un seguro médico para niños

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Si estás pensando en contratar un seguro médico para niños, párate un momento y lee este contenido. Aquí desvelaremos las claves, lo que es necesario que conozcas y lo que la póliza debe cubrir para el verdadero bienestar de los infantes. Desde tu blog amigo de Sermama te explicamos todo cuanto es obligatorio cumplir para que tus pequeños disfruten de una vida más segura y saludable.

Seguro médico para niños: cuáles existen

Los seguros médicos infantiles se pueden encontrar bajo diversas opciones. Las más comunes son las siguientes:

1. Seguro médico de los padres: es decir, los progenitores cubren las necesidades de sus hijos con sus propias pólizas.
2. Seguro médico familiar: o sea, se contrata un seguro privado de salud que cubre a toda la familia, en el que todos están integrados en una única póliza.
3. Seguro médico infantil: es un seguro médico privado que se diseña solo para niños. Por lo general, cubre las necesidades de los chicos entre los 3 y los 18 años. Si el pequeño es menor de 3 años, se incluye en la póliza de cualquiera de los padres.

Qué se debe incluir

¿Qué coberturas debe incluir un seguro privado para niños? Algunas de las que no podrán faltar nunca son estas:

– Atención pediátrica: obviamente, necesita tener un médico de cabecera que cuide de su correcto desarrollo y le ofrezca atención médica primaria de calidad.
– Atención especializada: es decir, especialidades médicas tales como alergólogos, oftalmólogos, otorrinos, dermatólogos, dentistas o endocrinos.
– Servicios complementarios: es importante que se incluyan más servicios médicos que complementen a los básicos, como los fisioterapeutas, los psicólogos infantiles o los logopedas, entre otros.

Recuerda, para tus pequeños, contrata un seguro médico privado que incluya atención médica las 24 horas y servicio de atención y estimulación temprana.